Se trata del hotel de día Happy Day en Ezelsstraat. Fue el dueño del hotel de día quien alertó a la policía.
La policía había cerrado la zona con un amplio perímetro. También se encontraban en el lugar unidades especiales de intervención policial.
La policía pidió a otros huéspedes que abandonaran el hotel. Los habitantes de la zona no pudieron regresar a sus casas por un tiempo. Fueron atendidos en un aula cercana.