La crisis de salud pública italiana se debe al auge del gasto en cuidados pagados de bolsillo por las familias, que marca un +10,3% en 2023. Se encuentra entre los 4,5 millones de personas que, según el Istat, renuncian a visitas y pruebas, con un 2,5 millones obligados por motivos económicos. Está en el desplome del gasto en servicios de prevención de enfermedades, que marca un -18,6%, dejando casi 2.000 millones de euros en la calle entre 2022 y 2023.
Se encuentra dentro de la brecha de 889 euros de gasto público en salud per cápita respecto a la media de los países miembros de la OCDE de la UE, que en conjunto se convierte en un abismo de 52.400 millones. Estas son las cifras clave de la emergencia sanitaria que vive el país, en un contexto de grave escasez y desmotivación del personal -con médicos y enfermeras huyendo del NHS al sector privado o al extranjero- y de una fractura entre el Norte y Sur, que se ha ampliado aún más en 2022, el último año en el que se informa de los niveles esenciales de asistencia. Esos Lea que sólo son adecuados en trece regiones, mientras que deberían garantizarse de manera uniforme a todos los ciudadanos.
El informe Gimbe
El retrato despiadado de un Servicio Nacional de Salud “crónicamente enfermo” lo dibuja la Fundación Gimbe en su séptimo Informe sobre el Servicio Nacional de Salud. «Los datos, los relatos y las encuestas de población – afirma el presidente Gimbe Nino Cartabellotta – demuestran que hoy la verdadera emergencia del país es el Servicio Nacional de Salud, cuya estabilidad está cerca del punto de no retorno, que los principios fundacionales del universalismo, la equidad y la igualdad ya han sido eliminados. traicionados y que el derecho constitucional a la protección de la salud se está desmoronando lentamente, en particular para los grupos socioeconómicos más débiles, los ancianos y los frágiles, los que viven en el Sur y en las zonas del interior y desfavorecidas”.
La advertencia del Jefe de Estado de respetar la Constitución
Una campana de alarma escuchada atentamente por el Presidente de la República. En su mensaje enviado para su presentación en el Senado, Sergio Mattarella subraya cómo el nuevo Informe Gimbe, dedicado a las cuestiones críticas del sistema sanitario, adquiere “un interés particular, actuando como una solicitud para la aplicación de los principios de universalidad e igualdad consagrados en la Constitución”.
Y sobre todo recuerda que el SNS «constituye un recurso precioso y es un pilar esencial para la protección del derecho a la salud, en su doble significado de derecho fundamental del individuo e interés de la comunidad». Su eficacia – añade el Jefe de Estado – es naturalmente el resultado de los recursos dedicados y de los modelos organizativos aplicados, responsabilidad esta última confiada a las Regiones”.