Y quien lo hubiera pensado. El chico del pantalón rosa De Margarita Ferri está ahora cerca de convertirse en la mejor recaudación italiana del año. La película ya ha superado con creces los 7 millones de recaudación total, pero Ja un potencial para cerrar en casi 9 millones de euros. Cifras sorprendentes, incluso impresionantes, si se tiene en cuenta que en el preestreno del Festival de Cine de Roma, durante la proyección dedicada a los estudiantes, fue recibido con insultos homofóbicos, abucheos y gemidos. Pero sucedió lo peor: en Treviso, algunos padres intentaron suspender la proyección de la película en el colegio por considerarla inadecuada.
Centrado en la vida rota de Andrea Spazzacatenael romano de quince años que se suicidó en 2012 tras sufrir acoso homofóbico y ciberbullying en el colegio, El chico del pantalón rosa emprendió un viaje hacia los teatros que fue recompensado por el incesante boca a boca, por la sensibilidad cada vez más extendida dedicada a un tema dramáticamente actual, por la inteligencia y la profundidad de una historia que logra llegar al corazón de los espectadores de todas las edades. Sin lecciones didácticas, pero sumergiendo al espectador en la vida y tragedia del protagonista.
El chico del pantalón rosala película cercana a la mejor recaudación italiana de 2024
Andrea Spazzacatena, una historia real
Andrea era una adolescente de quince años. Decidió quitarse la vida. Superficialmente parecía un chico alegre y brillante: excelentes notas en la escuela, buena relación con sus padres. En el momento de su muerte, su gesto fue vivido por sus padres como un rayo caído del cielo: su madre, consternada e incapaz de encontrar el motivo de la tragedia, descubrió en el perfil de Facebook de Andrea que su hijo estaba constantemente acosado por acosadores y fue víctima de ciberbullying en la escuela.
Sus compañeros incluso habían abierto una página en las redes sociales para atacarlo. La directora Margherita Ferri utilizó una estratagema muy eficaz para penetrar los pensamientos y las ansiedades de Andrea: de hecho, la historia de la película es contada por la voz del niño de más allá de la tumbaexplicando así los motivos por los que no supo pensar en una salida para escapar de la pesadilla que atravesaba.
La película representa, por tanto, una advertencia para todos (niños, padres, profesores) sobre el peligro de aquellas palabras y gestos que pueden parecer inofensivos, pero que en la delicada fase de la adolescencia pueden destruir psicológicamente a las personas. El chico del pantalón rosa pero no es un tema único. Por qué aborda otras cuestiones relacionadas con la adolescencia, de forma inteligente: de hecho, también hablamos del divorcio de la madre de Andrea y los efectos que tiene en todos los miembros de la familia. Y reitera que vivir en primera persona la ruptura de los padres puede ser un paso de crecimiento con efectos inofensivos para algunos, pero para otros corre el riesgo de convertirse en un nuevo terremoto emocional.
El chico del pantalón rosalas razones del éxito
El éxito se debe también a la estrategia de distribución, que implicó a numerosas escuelas en la organización de proyecciones dirigidas a los estudiantes. Los adolescentes, y los más jóvenes en general, que lo vieron declararon que por fin habían encontrado un faro en la lucha contra el bullying, el ciberbullying y la discriminación de todo tipo.
Y además está el valor cualitativo de la película, que nunca es chantajista ni didáctica. Y que hace brillar la mirada y la puesta en escena de un director que pertenece a la comunidad LGBTQ+ y que ha sabido adivinar el lenguaje ideal para llegar a todos: generacional y acogedor, sencillo y directo, con un alma queer bondadosa y universal. Y está lleno de citas cinéfilas, que van desde las películas de harry potter al cine de David Lynch y Brian De Palma.
Una madre dentro y fuera del set: Claudia Pandolfi
Más allá de su excepcional valor pedagógico, El chico del pantalón rosa también representa el regreso por todo lo alto de Claudia Pandolfi, quien interpreta a la madre Teresa Manes en la película. Una mujer que tuvo que luchar con la culpa que le arrojaban, la de no haber podido captar las señales de su hijo, aunque no fueran señales concretas.
Porque lo que mató a Andrea, interpretado por el excelente Samuele Carrino, fue también el silencio detrás del cual se encontraba. Para Pandolfi ésta es una de las pruebas más intensas y sentidas de su carrera: precisamente porque ella misma es una madre solidaria que ama a sus hijos. Y no es casualidad que, según ella misma admitió, el encuentro con la verdadera Teresa Manes estuvo lleno de emociones.
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