Se dice que Turquía en particular tiene una lista de deseos que deben cumplirse antes de que el presidente Recep Tayyip Erdogan quiera dar su bendición. Ankara quiere especialmente asegurarse de que los holandeses no favorecerán a los países de la UE que son miembros de la OTAN, informó el martes la agencia de noticias estadounidense Bloomberg.
El martes también quedó claro que la OTAN se apresura a suceder al noruego Jens Stoltenberg. La embajadora estadounidense ante la OTAN, Julianne Smith, insinuó en Bruselas que la OTAN quiere casarse “en el primer trimestre de este año natural”.
Rutte es el único candidato conocido para el puesto más alto. “Eso no es ningún secreto”, dijo Smith, antes de una reunión de ministros de defensa de la OTAN el miércoles y jueves. Según ella, Rutte es “una de las personas que la alianza está mirando, pero es un proceso continuo. Esperamos completar este proceso”.
Competencia
Rutte aún podría enfrentarse a la competencia de los países bálticos. La primera ministra estonia, Kaja Kallas, ha expresado interés, al igual que el ex primer ministro letón, Arturs Krisjanis Kariņs. Pero sus países no los han presentado como candidatos oficiales.
El nombre de Rutte también surgió en enero como el principal candidato para el puesto más alto en la OTAN. La agencia de noticias Bloomberg informó que su candidatura cuenta con el apoyo de un “número significativo de estados miembros”. El holandés es visto como la persona ideal para hacer negocios con Donald Trump, en caso de que el expresidente salga victorioso de las elecciones estadounidenses de este año.
Se dice que Estados Unidos ya le pidió dos veces a Rutte que liderara la alianza militar. En dos ocasiones, el Primer Ministro de los Países Bajos con el mandato más largo se estancó, la última vez sin saber que su cuarto gabinete caería en poco tiempo.
Clavos en la cabeza
Según Bloomberg, el nombramiento de Rutte se ve obstaculizado principalmente por los Estados miembros del sur que esperan poder fortalecer su propia posición. La OTAN quiere hacer todo lo posible para evitar que la sucesión de Stoltenberg desemboque en una confusión política después de las elecciones europeas de julio de este año.
El temor es que si se logra una victoria de la extrema derecha en algunos Estados miembros, se nominarán candidatos que no estén interesados en un mayor apoyo de la OTAN a Ucrania, que ya está debilitada por la escasez de armas y municiones y sólo puede con Dificultad para hacer frente a la agresión rusa.
Stoltenberg lo considera un día de octubre. El pasado mes de septiembre amplió su mandato un año más a petición de los Estados miembros, en ausencia de un sucesor. Cuando se jubile, el noruego habrá liderado la OTAN durante diez años.