El acuerdo de finales de 2015 establece que el calentamiento global debe limitarse a 2 grados y preferiblemente a 1,5 grados. Shell no está haciendo lo suficiente por eso, según ClientEarth. La organización ha enviado a la empresa una carta con sus demandas. Ese es el primer paso formal en un procedimiento legal. Si no se cumplen las demandas, acudirán a los tribunales.
El abogado de ClientEarth, Paul Benson, calificó la política climática de Shell como “fundamentalmente defectuosa” en un comunicado.