Un auge en los proyectos de infraestructura que conectan Hong Kong con el estuario del río Pearl está desdibujando la frontera ya difusa que separa la antigua colonia británica de China continental.
Beijing, que tomó posesión de Hong Kong en 1997, ve a la ciudad, y en particular a su industria global de servicios financieros, como un eje de la Gran Área de la Bahía, una megalópolis de 11 ciudades que comprende el corazón industrial de China, que incluye las cercanías de Shenzhen, Macao y Zhuhai. El producto interno bruto colectivo de esta región fue de 12,6 billones de yuanes (1,97 billones de dólares) en 2021, superando al de Corea del Sur.
Proyectos como el puente Hong Kong-Zhuhai-Macao, un sistema de túneles de 55 km y el puente marítimo más largo del mundo, que se inauguró en 2018, son solo una pieza de un rompecabezas cada vez más complicado de infraestructura que une las ciudades del Gran Área de la Bahía. Otros incluyen líneas ferroviarias, puentes, zonas económicas especiales y proyectos inmobiliarios masivos que abren grandes oportunidades económicas para Hong Kong.
Sin embargo, los críticos dicen que los proyectos están haciendo con la infraestructura lo que Beijing está haciendo simultáneamente con la legislación: erosionar gradualmente la autonomía de Hong Kong. “Está claro que realmente quieren disolver la frontera”, dijo Ho-fung Hung, profesor de la Universidad Johns Hopkins y autor de Ciudad al límite: Hong Kong bajo el dominio chino.
La ciudad fue devuelta a China en 1997 después de 156 años de dominio británico y estaba destinada a ser autónoma. Pero gradualmente Beijing ha terminado con cualquier apariencia de la fórmula de “un país, dos sistemas” que se había acordado en el momento del traspaso. Eso culminó con una ley de seguridad promulgada a mediados de 2020 que casi borró la soberanía de la región administrativa especial.
Hung dijo que la integración económica y social entre Hong Kong y la parte continental comenzó en 2003, cuando Hong Kong y Beijing firmaron el Acuerdo de Asociación Económica Más Estrecha.
Los planes oficiales para integrar económicamente las ciudades del sur surgieron en 2017, cuando Hong Kong firmó un acuerdo marco para profundizar la cooperación con Macao y la provincia de Guangdong.
Al año siguiente, el presidente chino, Xi Jinping, pidió una mayor integración. “La integración de Hong Kong y Macao en el desarrollo general del país es el significado correcto de ‘un país, dos sistemas’”, dijo.
La pandemia detuvo una mayor integración, ya que las duras restricciones de cero-Covid de China cerraron la frontera con Hong Kong.
Sin embargo, a medida que China reanude los viajes sin cuarentena, una nueva ola de tráfico transfronterizo tomará forma rápidamente a medida que los proyectos de infraestructura recientemente completados unifiquen las dos jurisdicciones.
“La integración económica debe acelerarse, especialmente cuando el covid ahora se está desvaneciendo y la puerta fronteriza entre Hong Kong y China se abrirá”, dijo Sonny Lo, politólogo veterano y observador de la política de Hong Kong y Macao.
“A largo plazo, acercándonos a 2047, no podemos esperar que el límite territorial de Hong Kong permanezca sin cambios”, dijo Lo, refiriéndose al final del acuerdo de 50 años para la fórmula “un país, dos sistemas”.
La integración económica y política de Hong Kong con el continente continúa a buen ritmo. Poco a poco, la soberanía de Hong Kong está siendo socavada.
Después de que Beijing impusiera la ley de seguridad de 2020 en Hong Kong, la agencia de seguridad estatal estableció una oficina que se hizo cargo temporalmente del Metropark Hotel Causeway Bay en julio de 2020.
La oficina, fundada por el gobierno chino, no está sujeta a la jurisdicción de Hong Kong. Desde entonces, más de 200 personas han sido detenidas por agentes de seguridad nacional por actos que las autoridades consideran secesión, subversión, colusión con fuerzas extranjeras y terrorismo, que pueden acarrear cadena perpetua.
Representa la última incorporación a la presencia cada vez mayor de los servicios de seguridad de China. La guarnición de Hong Kong del Ejército Popular de Liberación tiene su sede en Central y posee 19 sitios militares, que abarcan un total de aproximadamente 27 kilómetros cuadrados, según el gobierno.
En 2022, antes del 25.° aniversario de la entrega de Hong Kong a China, el general de división Peng Jingtang prometió estar listo para el combate ante cualquier contingencia “dura y complicada”.
Pero los palos políticos van acompañados de zanahorias económicas: políticas como una anunciada recientemente por la provincia de Guangdong que permitirá a los residentes de Hong Kong que viven en Hong Kong viajar y trabajar en la Gran Área de la Bahía. Junto con el aumento de los proyectos de infraestructura que impulsarán los flujos transfronterizos, la singularidad económica de Hong Kong pronto podría desaparecer.
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“China siempre ha tenido una estrategia de integración territorial, geoeconómica, geopolítica y completa”, dijo el politólogo Lo. “La integración física y territorial es inevitable. La pregunta ahora es un problema de migración y población: ¿cómo se puede facilitar el movimiento más al norte?”.
Editores: Charles Clover, Alice French Diseño: Michael Tsang, Alice French Gráficos: MinJung Kim, Hidechika Nishijima, Naomi Hakusui, Michael Tsang Corrector: John Geis
Una versión de este artículo fue publicado por primera vez por Nikkei Asia el 18 de enero de 2023. ©2023 Nikkei Inc. Todos los derechos reservados