Se han levantado las restricciones impuestas en Bangladesh tras las violentas protestas de la semana pasada, lo que permite que la vital industria textil del país vuelva a funcionar. La medida se produce en medio de una creciente presión económica y preocupaciones sobre la estabilidad política del país.
La decisión del gobierno de aliviar parcialmente el toque de queda nacional el 24 de julio permitió reabrir las fábricas textiles, los bancos y la bolsa de valores de Dhaka, informa la agencia de noticias AFP. La medida se considera crucial para el sector textil del país, orientado a la exportación, valorado en 50.000 millones de dólares, que emplea a millones de personas y representa una parte importante del producto interno bruto de Bangladesh.
Las protestas se cobraron al menos 186 vidas
Sin embargo, el restablecimiento de la normalidad sigue siendo frágil. La conectividad a Internet, en particular los servicios móviles, sigue siendo limitada, lo que puede afectar a las operaciones comerciales y a las comunicaciones, afirmó la AFP. Las restricciones actuales reflejan el enfoque cauteloso del gobierno para hacer frente a las consecuencias de las protestas, que han dejado al menos 186 muertos.
Los disturbios provocados por las controvertidas cuotas de servicios públicos han expuesto las tensiones subyacentes en el mercado laboral y la gobernanza de Bangladesh. Con aproximadamente 18 millones de jóvenes desempleados, el país enfrenta grandes desafíos para crear empleos y lograr un crecimiento económico equitativo.
Las próximas semanas determinarán si Bangladesh puede volver rápidamente a su trayectoria de crecimiento anterior a la crisis o si las tensiones actuales afectarán aún más las perspectivas económicas del país.