Alguna vez fue considerado el alma de Bangladesh. Los residentes podrían incluso bañarse en él. Ahora el agua les pica en los ojos. El Buriganga es hoy uno de los ríos más contaminados del mundo. El Viejo Ganges, como también se conoce al río, es de color negro azabache y apesta todo el año. Y ella no está sola. La desaparición ecológica de los ríos de Bengala, que cubren una longitud total de unos 24.140 kilómetros, ha golpeado directamente al corazón de las comunidades locales. Muchos bangladesíes dependen en gran medida de la vitalidad de sus ríos para su forma de vida, desde la subsistencia hasta el transporte.
El declive de zonas alrededor de ríos como el Buriganga está en el punto de mira este sábado con motivo del Día de la Tierra, el día que se trata de proteger el medio ambiente en todo el mundo.