La crisis en Ecuador alcanzó niveles sin precedentes el martes después de que pandilleros fuertemente armados irrumpieran en una estación de televisión en la ciudad de Guayaquil e interrumpieran una transmisión en vivo. Los presentadores fueron retenidos brevemente como rehenes y se desplegaron unidades especiales para arrestar a los pandilleros. Al menos trece personas han sido detenidas.
El asalto provocó imágenes dramáticas: los pandilleros, ataviados con pasamontañas, armas automáticas y cartuchos de dinamita, obligaron a los asistentes al estudio de televisión a tumbarse en el suelo, mientras de fondo se escuchaban gritos y disparos.
En respuesta a la tormenta, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró organizaciones terroristas a 22 bandas de narcotraficantes en el país y desplegó al ejército para “neutralizar” a estos grupos. Hay toque de queda en todo el país y todas las escuelas permanecerán cerradas durante el resto de la semana.
El martes también hubo mucha agitación en otras partes de Ecuador. Un total de siete agentes de policía fueron secuestrados en tres lugares y, según informes, se produjeron explosiones en varias ciudades. No está claro quién está detrás de la ola de violencia en Ecuador, pero muchos apuntan a la fuga del narco criminal ecuatoriano José Adolfo Macías Villamar, o Fito, quien desapareció de su celda el lunes por la noche.
Estado de emergencia tras la fuga del líder de una banda
Tras su fuga, Noboa declaró el estado de emergencia y miles de soldados fueron desplegados para capturar a Fito, considerado el líder de la banda ecuatoriana Los Choneros. La pandilla, que tiene vínculos con los cárteles colombianos y mexicanos, es uno de los grupos más violentos de Ecuador, con influencia en las prisiones del país sudamericano. También se dice que el líder de la pandilla fugitivo, Fito, estuvo involucrado en el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en el período previo a las elecciones del año pasado.
Noboa, quien sorprendentemente ganó las elecciones presidenciales en noviembre, prometió tomar medidas enérgicas contra la violencia del narcotráfico durante su campaña presidencial. Ecuador lleva varios años luchando contra un creciente problema de violencia por parte de las bandas de narcotraficantes: el año pasado se cometieron más de 7.800 asesinatos en el país y se incautó una cantidad récord de 220 toneladas de droga.