La biblioteca de Hoogeveen lucha con el presupuesto: ‘El estante se ha ido’

Empleados que no solo prestan un libro, sino que también ayudan a alguien a hacer una cita de vacunación. Las bibliotecas tienen cada vez más tareas en su agenda, pero debido a los recortes presupuestarios, a menudo tienen que arreglárselas con menos dinero. Por lo tanto, la biblioteca de Hoogeveen ahora está tocando el timbre.

“Ha habido varias rondas de recortes en los últimos años”, dice la directora Raquel García-Van der Walle. “El año pasado incluso dos toneladas, por lo que nuestros servicios han sido revisados”. Ha asegurado que la biblioteca ya no está abierta los lunes por la noche y que muchas actividades han sido canceladas. “Por ejemplo, el curso de programación para jóvenes, eso ya no lo podemos hacer”.

Pero García-Van der Walle tiene mayores preocupaciones. Ella teme que la biblioteca tenga que lidiar con más recortes presupuestarios en el futuro. “Ya estamos bajo presión financiera y eso hace que nuestra posición sea vulnerable”, dice. En Hoogeveen hay alrededor de 8800 personas con bajo nivel de alfabetización. Reciben ayuda de la biblioteca en el campo de la lectura, escritura y habilidades digitales. Según el director, esas ayudas podrían desaparecer si se vuelven a hacer recortes

“Los voluntarios principalmente ayudan a las personas, pero hay un coordinador que se asegura de que todo funcione sin problemas. Una parte de nuestro presupuesto va allí”, continúa. “Si hay menos subsidio, nuestro personal no podrá apoyar adecuadamente a este grupo. Debemos evitar eso, porque son estas personas las que necesitan nuestra ayuda”.

La colega Karin Grond es una de las empleadas que apoya a las personas con bajo nivel de alfabetización. Ella les ayuda a hacer una cita de vacunación y con la declaración de impuestos. “Aprecian mucho eso y también es muy importante para ellos. Ahora todavía podemos tomarnos el tiempo para eso y capacitarlos para que lo hagan ellos mismos en el futuro. Si se hacen más recortes, perderemos esa paz y ese espacio. Hay no hay gente disponible para ayudar”.

Según García-Van der Walle, los costos de personal siguen aumentando cada año. “Tenemos que gastar mucho. Por supuesto que se trata del salario de nuestros empleados, pero los asuntos periféricos también cuestan mucho dinero. Piense, por ejemplo, en el café que tenemos para almacenar”.

Desde entonces, el director ha enviado una carta al colegio y al ayuntamiento. En él llama a no recortar la subvención de la biblioteca en los próximos años. “Tiene un gran impacto en los residentes de Hoogeveen y debemos poder continuar haciendo bien nuestro trabajo”.

Según ella, otra solución es reindexar el subsidio de la biblioteca. Los costes siguen subiendo, pero la subvención de 1,5 millones de euros no se ajusta por inflación. Al corregir la cantidad en un 3 por ciento, se liberarán 50.000 euros para la biblioteca. Lo justo para absorber el aumento de costes sin tener que reducir aún más el servicio.



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