Además de un burro y un simpático elefante, el tiovivo de la feria de Eenrum también tiene una moto, pero no tiene sidecar. Para ello tenemos que estar un poco más lejos, en el circuito de ensueño del Sportpark Eenrum. Dos británicos de Eenrum y un Delfzijlster al servicio alemán Sandra Mollema sobre el maravilloso mundo del sidecar.
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