Jimmy Carter, el expresidente más longevo de Estados Unidos, decidió renunciar al tratamiento médico e ingresar al tratamiento de hospicio en su hogar, dijo el Centro Carter en un comunicado el sábado.
La declaración del Centro el sábado dijo que después de una “serie de estadías cortas en el hospital”, Carter, de 98 años, había “decidido pasar el tiempo que le quedaba en casa con su familia y recibir cuidados paliativos en lugar de una intervención médica adicional”.
El Centro Carter es la organización de derechos humanos del expresidente, que se encuentra en la Universidad de Emory en Atlanta.
El comunicado no especificó de qué había sido tratado el expresidente. Carter fue tratado anteriormente por melanoma metastásico, una forma de cáncer, y ha sufrido varias caídas en los últimos años. En 2019, se sometió a una cirugía para aliviar la presión en su cerebro causada por el sangrado de las caídas.
“Tiene todo el apoyo de su familia y su equipo médico”, dijo el sábado el comunicado del Centro Carter.
“La familia Carter pide privacidad durante este tiempo y agradece la preocupación mostrada por sus muchos admiradores”.
Carter, un demócrata, se desempeñó como el presidente número 39 de Estados Unidos, de 1977 a 1981. Una vez agricultor de maní y ex gobernador de Georgia, perdió su candidatura a la reelección ante el republicano Ronald Reagan en 1980 de forma aplastante.
Pero ha sido celebrado en las décadas desde que dejó el cargo como líder en causas humanitarias tanto en los EE. UU. como en el extranjero. Carter recibió el Premio Nobel de la Paz en 2002 por su trabajo como cofundador del Centro Carter, que trabaja para promover los derechos humanos y la democracia en todo el mundo.
Carter vive con su esposa, Rosalynn Carter, en Plains, Georgia, el pequeño pueblo donde nació y creció. La pareja, que se encuentra entre los voluntarios más conocidos de la organización benéfica de viviendas asequibles Habitat for Humanity, ha estado casada durante 76 años.