Mientras dure, claro. Porque Wolff reconoce que la rivalidad es parte de ello. «Hay mucho en juego, porque se trata del título mundial de Fórmula 1», dijo el austriaco en el primer día de pruebas en Barcelona. “Nadie quiere una controversia permanente, pero al mismo tiempo es algo que puedes esperar. Haces todo lo que puedes para defender al equipo. No sé si lo disfruté, pero es parte de mi trabajo. Se ha hablado mucho de Abu Dabi. En algún momento, eso se vuelve dañino para todos los involucrados. Ahora hemos cerrado el capítulo”.
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El colega Horner califica de «alentadoras» las velocidades de los nuevos coches de Fórmula 1. Tampoco quiere hablar demasiado sobre las discusiones en torno a la última carrera en Abu Dhabi, donde su líder Max Verstappen ganó el título mundial.
“Tal vez tengamos opiniones diferentes, pero eso ya pasó. Vimos una gran batalla el año pasado desde la primera hasta la última carrera. Eso ha sido muy importante para el aumento de la popularidad de la Fórmula 1. Debido al mayor cambio de reglas en aproximadamente cuarenta años, ahora nos enfrentamos a un reinicio completo, y es posible que otros equipos también se registren para la lucha en el frente».