ELsabelle Huppert aparece con una taza de helado de crema. Esto ya es noticia: ¿tal vez ella también, en el fondo, sea uno de nosotros y no el alienígena inalcanzable que siempre hemos imaginado? Un extraterrestre que a sus 70 años aparenta 15 años menos (y lleva una talla 34). ¿Quién hizo 152 películas sin cometer un solo error?, intercalándolos con representaciones teatrales de directores de culto como Bob Wilson y Tiago Rodrigues. La cual ganó, repitiendo, todos los premios cinematográficos más importantes. Pero alguien que, si quiere, sabe hacerse invisible: su cita con Robert De Niro en el vestíbulo de un hotel de Nueva York siguió siendo famosa: sólo después de una hora -y con bastante nerviosismo debido a la espera- darse cuenta de que estaban sentados muy juntos…
Isabelle Huppert en viaje a japon
En Francia lo definen “Los misterios de Huppert” pero Élise Girard, directora de viaje a japon (en cines a partir del 11 de enero), desmiente: «Es una persona muy cálida y con un gran sentido del humor. No hay nada en ella que pueda intimidarte. Su hija, Lolita Chammah, me la presentó.: Habiéndola conocido informalmente, mi forma de verla –obviamente– es diferente a la que la gente suele tener.” Pero luego Girard admite que esperó un año entero antes de atreverse a proponerle matrimonio. el guión, una historia de duelo, renacimiento y reapertura al amor…
¿La trama? Sidonie (homenaje a Colette, Sidonie era su verdadero nombre) es una escritora de éxito en pleno bloqueo creativo desde la muerte de su marido, que -tras mil vacilaciones- cede ante la insistencia de su editor japonés (el actor Tsuyoshi Ihara, testimonio de la marca Yohji Yamamoto) y acepta la invitación para una gira promocional. El motivo es la reedición de su primera novela y, juntos, recorrerán el País del Sol Naciente: Kyoto, Nara, la isla-museo de Naoshima.
¿Cuál fue el motivo que te impulsó a abrazar el proyecto?
Me llamó la atención el retrato de esta mujer que llega de Francia como congelada, con algo apagado, y parece cobrar vida sólo cuando -sorprendentemente- se le aparece en la habitación del hotel el fantasma de su marido, mucho más animado que ella. La metáfora es bastante clara: si está tan vivo en sus pensamientos, significa que todavía hay un apego extremo y, por tanto, imposibilidad de rehacer su existencia. Y el contraste entre ella, completamente bloqueada emocionalmente, y su constante desplazamiento para presentaciones a través del Shinkansen (la red ferroviaria de “trenes bala” muy rápidos, ed.) es igualmente metafórico.
¿Pero crees en los fantasmas?
¡Te juro que lo haría! Por desgracia, soy demasiado racional. Para mí la muerte es silencio. Curioso: otra de mis últimas películas (aún no se ha estrenado), tiene los espíritus en el centro, sin olvidar los libros que están de moda hoy en día. Quizás el tema de los fantasmas esté tan presente porque representa un intento de relacionarse con las pérdidas en un mundo imparablemente golpeado por las tragedias. El lado sobrenatural, en verdad, pertenece al director.
¿En qué sentido?
Una de las guionistas, Sophie Fillières, gran amiga suya, falleció a finales de julio. Tenía 58 años… Élise todavía siente fuertemente su presencia.
¿Qué te llamó la atención de la cultura japonesa?
Conozco el país desde 1982, cuando rodé algunas escenas allí. la truita de Joseph Losey, pero la amabilidad me impresiona con cada respuesta: los franceses somos más groseros. Entonces no sé si realmente es una cualidad internalizada, tal vez no todo el mundo es así (lo dice con un atisbo de sonrisa en los ojos, no se permite enfadarse más).
Su característica es la indescifrabilidad. Un poco como el suyo…
¿Él dice? No sabría…
La película tiene momentos hilarantes: Sidonie no conoce las costumbres locales, hace repetidas reverencias inadecuadas, no deja que el editor lleve su bolso al hombro y se lo arrebata de la mano…
Los malentendidos son el punto de partida de los gags, pero el asunto tiene un significado profundo: no pretende renunciar a la parte íntima y secreta de sí mismo: el contenido de un bolso revela mucho sobre su dueño. Pero es un hombre de carácter, a pesar de su delicadeza: se nota por lo rápido que camina, obligándola a seguirlo casi corriendo. Y a menudo la sorprende, como en la escena del bar: la deja atónita con la cantidad de vasos de whisky bebidos.
¿Cuánto de ti pusiste en el personaje? El director asegura que, cuando ves a Sidonie durmiendo en Naoshima, realmente es ella la que está durmiendo…
Sí, de todos modos no me preocupo por la tasa de identificación, no es mi método. Y en cualquier caso en este caso no habría sido necesario: los diálogos están escritos a la perfección, profundos sin ser cerebrales.
¿Alguna lección que aprender del protagonista?
En lo que a mí respecta, la capacidad de viajar ligero. Siempre está impecable (discutimos extensamente los looks que iban acorde con su personalidad), pero se las arregla para tener todo en un carrito.
Las entrevistas a las que es sometida la escritora le recordarán sus vivencias.
Bueno, sí. Ya seas actriz, novelista o directora, el patrón es el mismo: tienes que pensar en lo que dices e intentar ser lo más honesto posible, aunque a veces mientas. (guiños)
Hablando de directores: ¿no te gustaría estar detrás de la cámara?
No, no, no, en absoluto. Ya tengo la suerte de poder expresarme tanto como actriz, no me siento frustrada en absoluto.
De hecho, no le falta trabajo. ¿Cómo mantener siempre la misma frescura, la misma energía?
La energía no tiene nada que ver, ¡soy muy vaga! Es que actuar me resulta fácil y lo disfruto (claro, es preferible comer helado…): no veo por qué debería parar y cambiar.
Por aburrimiento, tal vez.
No, ¡cada película es como si fuera la primera! La experiencia o el conocimiento es de relativa importancia porque el cine es el medio que capta el momento presente y lo reproduces allí. Por eso no me gustan los ensayos y, si algún director los exige, hago como si ensayara… (y sonríe antes de irse) Pd: el helado tristemente se derritió, quedando intacto.
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