El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, prometió vengarse de los responsables del asesinato a plena luz del día de una figura militar de alto rango durante el fin de semana.
El domingo, alrededor de las 16:00 hora local, el coronel Hassan Sayyad Khodaei, miembro de la fuerza Quds, que es el brazo en el extranjero de la Guardia Revolucionaria, ambos designados por Estados Unidos como organizaciones terroristas, fue asesinado frente a su casa en el centro de Teherán.
Imágenes publicadas en medios locales mostraban el cadáver del comandante en su automóvil Kia Pride con el cinturón abrochado. Al menos dos asaltantes en motos le dispararon cinco balas, dijeron medios locales. Más tarde escaparon.
“Sin ninguna duda, vengarse de los criminales es definitivo”, dijo Raisi a los periodistas en el aeropuerto de Teherán antes de partir hacia Omán. “Sin ninguna duda, la mano de la tiranía global se puede rastrear hasta este crimen”. No está claro quién llevó a cabo el ataque, pero la frase «tiranía global» suele ser una referencia a Estados Unidos e Israel.
Teherán y las potencias mundiales han estado en conversaciones sobre la reactivación del acuerdo nuclear que llevaría a Irán a revertir radicalmente su programa nuclear a cambio de que Estados Unidos se reincorpore al pacto que abandonó en 2018 y levante muchas sanciones contra la república islámica.
Pero las conversaciones se han estancado y los diplomáticos occidentales dicen que el principal obstáculo es la designación de la Guardia Revolucionaria y sus fuerzas Quds como terroristas. Irán quiere que se levante la designación. También ha dejado en claro que continuará apoyando a las milicias en todo el Medio Oriente.
Las autoridades iraníes no han confirmado qué cargo ocupaba Khodaei en la fuerza Quds. Pero los informes en los medios nacionales sugirieron que había regresado recientemente de Siria, donde las fuerzas iraníes ayudaron a apuntalar el régimen del presidente Bashar al-Assad. Se informa que Khodaei dirigió operaciones contra Israel, que llevó a cabo ataques aéreos contra las fuerzas de Irán en Siria.
Irán dice que tiene un papel de asesor en Siria e Irak para ayudar a las fuerzas voluntarias locales a defender los santuarios sagrados de los musulmanes. “Aquellos que son derrotados por las fuerzas que defienden los santuarios sagrados muestran su frustración de esta manera”, agregó Raisi.
Se cree ampliamente en Teherán y en las capitales occidentales que el servicio de inteligencia israelí estuvo detrás de algunos asesinatos selectivos relacionados con el programa nuclear. El último ocurrió en noviembre de 2020 cuando un científico nuclear iraní, Mohsen Fakhrizadeh, del que se sospecha desde hace mucho tiempo que es el autor intelectual del supuesto programa militar nuclear de la República Islámica, fue asesinado.
Entre 2010 y 2012, al menos cuatro científicos nucleares iraníes también fueron asesinados en Teherán. Irán ha acusado al servicio secreto israelí Mossad de matar a sus principales científicos nucleares.
El asesinato que más sacudió a la república islámica fue el asesinato de Qassem Soleimani, el poderoso comandante de las fuerzas Quds, a manos de Estados Unidos en enero de 2020 en Bagdad. Irán ha dicho que se vengará de los funcionarios estadounidenses, bajo la administración de Donald Trump, que diseñaron el ataque.
Este año, la Guardia Revolucionaria se atribuyó la responsabilidad del ataque con misiles del 13 de marzo contra lo que dijo que era un centro de inteligencia israelí en el norte de Irak.
Eso siguió a un supuesto ataque aéreo israelí cerca de la capital siria, Damasco, en el mismo mes, que mató a dos comandantes de guardias.
Si bien Irán se había mostrado previamente reacio a reconocer cualquier ataque de Israel, ahora prometió responder a cualquier ataque contra sus fuerzas en Siria o intentos de asesinato dentro de Irán. “La era de golpear y escapar ha llegado a su fin”, dijo un informante del régimen. “Cuando los israelíes nos golpeen, seguro que les devolveremos el golpe. Esta es nuestra política definitiva”.