Inter ya no sabe ganar: hasta con Genoa es solo 0-0, sin conexión con Milan

Mala actuación de los nerazzurri, que ante una batalla Griffin paró en el larguero de D’Ambrosio y no aprovechó el empate del Milan

Un empate que debería preocupar más a Inzaghi que la derrota en casa ante el Sassuolo. Porque el Inter, que no aprovecha el 1-1 del AC Milan con el Udinese, que le valió el partido, y que encalla en un triste 0-0 a Marassi ante el Génova con todo el corazón y poca técnica, esta vez ni siquiera produjo juego y ocasiones. Queda el larguero de D’Ambrosio, alguna melé desafortunada y una frenada general que fotografía un campeonato en tono menor y una clasificación que podría favorecer el regreso de Juve y Atalanta.

elecciones sorpresa

No faltan las sorpresas al leer las formaciones. Blessin mantiene a Rovella, Amiri y Destro en el banquillo, centrándose en Melegoni con Yeboah y Gudmundsson y engrosando el mediocampo con Badelj y Portanova junto a Sturaro. En cambio, Inzaghi prefiere a D’Ambrosio y Sánchez a Skriniar y Lautaro. En los flancos están Dumfries y Perisic. Vuelven Bastoni y Brozovic, descalificados ante el Sassuolo.

Primera mitad

El Inter intenta quitarse el mono goleador del hombro inmediatamente. Perisic y Calha (a la derecha de un amén) llaman a la puerta de Sirigu, pero atrás por la izquierda algo no funciona si al 7′ Gudmundsson puede colarse entre Bastoni y Perisic y rozar la ventaja con su zurda. Los destellos de la rubia pagan, con los nerazzurri poco reactivos para leer los cortes del rival en otro par de ocasiones. A pesar del fuerte viento, algunas trayectorias se distorsionan, los invitados luchan por abrirse paso en el centro también debido a la presión frenética de Griffin e intentan el cerco para luego disparar a Dzeko con balones altos que sin embargo exaltan a Maksimovic. Los desencuentros entre Barella y Dumfries primero y entre Brozovic y Perisic después certifican que el equipo ha perdido un poco de serenidad. Epic, tras un error similar de Bastoni, pierde un balón ensangrentado en el minuto 28 y Handanovic tiene que parar a su manera el pie derecho de Melegoni envenenado por el viento. Al equipo de Inzaghi le está costando más de lo habitual llevar hombres al área rival. Cuando lo hace, Sánchez y Dumfries pierden el momento, mientras que al 38′ Calha desde una excelente posición es tapado por Vázquez en la habitual incursión de Perisic. Nos vamos al intervalo sin redes. Sorpresa relativa, ya que son dos de los equipos más estériles de la segunda vuelta: apenas 9 goles (Génova 3, Inter de Milán 6) en trece partidos y medio.

segunda mitad

Mismos 22 al comienzo de la recuperación. El Inter intenta coger el ritmo, pero hace un esfuerzo bestial para salir con los balones limpios y ahora que se enfrenta al trocar, el Génova está muy bien colocado y también mantiene los balones altos. Al 53′, sin embargo, Maksimovic (problema muscular) tuvo que ceder el paso a Cambiaso, con Vázquez centrando junto a Ostigard. El zurdo, sin embargo, tiene mucha mala suerte porque tras bloquear a Calhanoglu a unos pasos de la portería se lesiona la rodilla izquierda y en el 60′ deja el campo a Calafiori, con Kallon tomando el relevo de Yeboah. En la esquina del turco, D’Ambrosio remata bien pero pega en la parte baja del larguero y Sirigu se salva en la refriega. El Inter intenta ganar metros, pero con demasiada frecuencia se empantana en una serie de tumultos que potencian a un fuerte Génova que, sin embargo, logra acercarse a Handanovic recién en el 70′ con Calafiori tras un error de D’Ambrosio. Inzaghi espera al minuto 73 para intentar despejar el marcador con Vidal y Lautaro para Calha y Sánchez. La lucidez y la limpieza técnica, sin embargo, siguen siendo una opción y en el minuto 78 Sturaro pudo castigar otro tartamudeo defensivo de los nerazzurri pero patea alto desde la frontal. Lautaro se enfrenta a Sirigu desde afuera, pero procedemos llorando. Perisic y un Barella que confirma que está mal (las revoluciones de Melegoni y Badelj son tiernas) dan paso a Dimarco y Vecino. El jugador zurdo pega enseguida un gran córner, pero ningún compañero logra intervenir. Cuando Lautaro es tapado por Hefti y el ex Caicedo -silbado- falla tres de tres balones, queda claro que los dos equipos podrían intentarlo otras 24 horas sin marcar. El telón cae. Y es mejor así.



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