El pasado viernes, un Boeing-737 MAX 9 de Alaska Airlines tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia después de que el avión de pasajeros perdiera parte de su fuselaje. Se trataba del panel que rodeaba la puerta.
Después de ese incidente, los 171 aviones de ese tipo quedaron en tierra en Estados Unidos. A los Boeing europeos se les permitió seguir volando porque están fabricados de forma ligeramente diferente a las versiones estadounidenses.
Al inspeccionar el avión estadounidense, United Airlines encontró «defectos de producción». Por ejemplo, se encontraron tuercas que no estaban bien apretadas, lo que podría causar problemas, por ejemplo, en las puertas de los aviones.
La aerolínea no quiso confirmar si ésta fue también la causa del incidente del viernes. Los problemas deben resolverse antes de que el avión pueda volver a despegar.