El domingo pasado hubo una amenaza de bomba durante el partido de tercera división entre el 1. FC Saarbrücken y el Arminia Bielefeld (1-1).
“En realidad se trataba de una llamada anónima. Reaccionamos a los pocos minutos y tomamos medidas de no publicidad”, confirmó el martes al “Saarbrücker Zeitung” Thomas Dräger-Pitz, jefe de operaciones de la policía de Saarbrücken.
Según la policía, que ahora ha iniciado una investigación para identificar a los autores, los espectadores nunca corrieron peligro. “La clasificación policial del asunto mostró que no había ninguna amenaza grave”, continuó Dräger-Pitz al periódico.
Al comienzo de la segunda mitad, el club, tras consultar con la policía, ordenó el cierre de la zona alrededor de las zonas de asientos desocupadas en los bloques A1 y A2 del Ludwigsparkstadion. Además, los jugadores sustitutos del Arminia Bielefeld recibieron la orden de desplazarse al otro lado del estadio. Los casi 12.000 espectadores apenas se dieron cuenta del incidente.