Las protestas comenzaron el domingo en la capital, Ulaanbaatar, según los medios locales, por las acusaciones de que los funcionarios del gobierno se benefician de la venta ilegal de carbón a China. Se reunieron en el Palacio de Gobierno, también conocido como Palacio de Estado, en la plaza Sukhbaatar bajo un frío glacial. Un día después, los manifestantes se enfrentaron con la policía cuando intentaban asaltar el palacio de gobierno, que alberga el parlamento.
“Muchos miembros del gobierno son más ricos y viven más lujosamente que los ciudadanos. ¿Cómo pueden estar tan callados y tranquilos cuando los ciudadanos solo pueden comprar el pan por rebanadas y no de una pieza? Estoy aquí hoy protestando por el bienestar de la gente», dijo un manifestante al canal de noticias local TenGer TV.
Según los medios mongoles, los manifestantes llegaron a varios edificios gubernamentales, incluidas las oficinas del presidente y el primer ministro. Los manifestantes piden al gobierno que revele los nombres de los funcionarios involucrados en un reciente escándalo de corrupción. La policía intervino y pocas horas después la mayoría de los manifestantes se habían marchado de la plaza.
Según los manifestantes, los funcionarios corruptos son responsables de la malversación de más de 12 000 millones de dólares en carbón que Mongolia debería haber suministrado a China en los últimos dos años.