Balón de Oro y hombre simbólico en el Milán de Sacchi, luchó por los derechos civiles. Estaba de vacaciones en Forte dei Marmi cuando lo invitaron groseramente a salir… lo confundieron con un vendedor ambulante
Los diarios de aquella época dejaban flotar las noticias entre las páginas de noticias de verano y las de deporte. Lo que le pasó a Ruud Gullit es una historia delicada, es un juego -hablemos del racismo- que se está jugando más allá del perímetro del juego. Ocurre en Forte dei Marmi, en los primeros días de julio de 1993. Período de vacaciones, los equipos están parados, los campos de entrenamiento aún no han comenzado, los jugadores están en la playa con sus familias. Juegan, juegan al tenis, vuelven la mirada o el oído a las noticias del mercado de fichajes de esas horas.