El noruego arrastra al Manchester al primer puesto (al menos por una noche). Primera parte arrolladora para el equipo de Guardiola
Para él los goles nunca son suficientes. Y sigue marcando, como si fuera algo natural y no lo más difícil de hacer en un partido de fútbol. Erling Haaland es así, tan insaciable a la hora de marcar goles como tranquilo cuando estás sobre el césped en pose zen y meditando lo que acaba de hacer. Sucedió tres veces en el estadio londinense, donde su hat-trick dio al Manchester City un triunfo por 3-1 sobre el West Ham que le vale el primer puesto, que en solitario espera mañana al Liverpool, con 9 puntos en 3 partidos y la primera mini ventaja sobre el Arsenal. , empatado en casa por 1-1 ante el Brighton. El City estuvo injugable durante buena parte de la primera parte y normal en la segunda, pero ganó con mérito, recordando que ya es el equipo a batir y que tras el descanso, habiendo recuperado a grandes jugadores como Rodri y Foden, puede ser aún más Mejor. Pero mientras tanto el ciclón Erling sigue marcando goles y le gustaría marcar aún más, por mucho que estuviera desesperado por la parada de Fabianski que le negó el poker en el minuto 95, aunque ya estaba seguro de llevarse el balón a casa. fósforo.
las llaves
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Los números de Haaland son absolutamente aterradores, además porque en cada partido toca un récord. Son 97 goles en 102 partidos en su carrera con el City, 70 en 69 apariciones en la Premier League. Ya son 7 en estas tres primeras jornadas de la 2024-25, con dos hat-tricks consecutivos: nunca nadie se había atrevido tanto en los tres partidos del año. Y es que desde 1994 (Paul Jewell de Bradford) un jugador de la Premier League no había marcado dos hat-tricks en las tres primeras jornadas. La defensa del West Ham intentó contenerlo, pero Haaland acertó en la primera parte con los dos primeros buenos balones y en la segunda cerró el marcador cuando, gracias al parón del City, los Hammers empezaban a soñar con la remontada. Durante toda la primera mitad, el City fue mucho más que los goles de su ciclón noruego: la magia de De Bruyne, el empuje de Grealish hacia la izquierda, la creatividad de Bernardo Silva, como siempre un comodín muy preciado. En la segunda mitad bajó el ritmo, pero por eso también Guardiola sigue repitiendo que la temporada no ha hecho más que empezar y que durante estos primeros meses el objetivo debe ser crecer, tanto a nivel individual como colectivo. El nuevo West Ham de Lopetegui también tiene mucho que crecer: el City está en otra categoría y lo sabíamos, pero más allá del inicio de la segunda parte (sobre todo gracias a Mohammed Kudus, que pegó al palo como Summerville en la final). El equipo que hace burbujas en el estadio de Londres nunca se ha acercado.
el partido
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En el minuto 18 el City ya había marcado con Haaland (10′), pegó en el poste con De Bruyne y dio la sensación de ser inalcanzable, pero en el minuto 19 consiguió el empate con un sensacional gol en propia puerta de Dias, en el camino de un centro de Bowen. Como si nada, el equipo de Guardiola volvió a dominar el partido y recuperó la ventaja a la media hora, con el segundo gol de Haaland. El West Ham regresa con un nuevo portero, Fabinaski, y el sensacional palo golpeado por Kudus en el contraataque en el minuto 52, pero el City poco a poco recupera el control del juego y deja de correr riesgos, encontrando el 3-1 en el minuto 83 con Haaland. Lanzado por Nunes en una de esas irresistibles carreras más allá de la defensa y hacia el portero que acaba con el gol y con esa celebración zen que se ha convertido en lo más visto en la Premier League.
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