Gobierno, sí al contrato: 105 euros y morosidad desde 1.300 hasta 2.500


El contrato nacional de los aproximadamente 225 mil empleados de ministerios, agencias tributarias y organismos públicos no económicos llegó a su firma definitiva en Aran el pasado 9 de mayo. Pero llegó 4 meses y 4 días después del acuerdo con los sindicatos, firmado el 5 de enero. Hasta el punto de que en estas horas se estudia un mecanismo para recortar los tiempos residuales al menos de mora, con la hipótesis de un cheque especial a principios de junio antes de desencadenar las subidas plenas de los salarios ordinarios a finales del próximo mes.

El recorrido que llevó el texto desde el primer acuerdo hasta su entrada en vigor sufrió una larga pausa en la Contaduría General del Estado, donde fue sometido a una lluvia de comprobaciones relativas a aspectos marginales en el plano práctico pero complejos en el contable. El momento del registro en el Tribunal de Cuentas hizo el resto.

Ayuda antiinflacionaria

En todo caso, la esperada luz verde definitiva ofrece a los empleados de las “Funciones Centrales” una decisiva ayuda antiinflacionaria. Los efectos económicos en pleno funcionamiento se señalan en una media de 105 euros mensuales en un cómputo que, junto con los incrementos sobre el salario base (que oscila entre los 63 y los 117 euros brutos según la posición económica), va acompañado de la liberación de fondos para el salario complementario y la financiación de la nueva normativa.

Pero el escudo más grande contra los aumentos de precios está representado por los atrasos. Porque el contrato se refiere al período de tres años 2019/2021, y es el resultado de una negociación que comenzó el año pasado después del Pacto sobre obras públicas firmado en el Palazzo Chigi por el Primer Ministro Mario Draghi y por el Ministro de Pa Renato Brunetta con los sindicatos “El fichaje definitivo de Aran es la correcta coronación del camino virtuoso iniciado con el Pacto”, afirma Brunetta.

Impasse desbloqueado

Ese movimiento para iniciar la rica serie de intervenciones sobre la Administración Pública ha desbloqueado un estancamiento que en años anteriores había visto la progresiva creación del fondo para nuevos contratos sin, sin embargo, completar la financiación necesaria para iniciar las negociaciones. La consecuencia es el fuerte empuje puntual que llega a las nóminas estatales al mismo tiempo que la crisis inflacionaria. De hecho, la morosidad contractual oscila entre casi 1.400 euros y más de 2.600 euros brutos en función de la situación económica de los interesados. Y obviamente una parte también llegará a los empleados que abandonaron la administración pública durante el período de referencia de tres años.



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