El gobierno etíope declaró el jueves un alto el fuego inmediato y unilateral en el conflicto con los rebeldes de Tigray. El gobierno también ha permitido que la ayuda de emergencia llegue a la región renegada de Tigray, informan varias agencias de noticias. A causa de la guerra civil en la zona del norte de Etiopía, los más de cinco millones de habitantes pasan hambre. El gobierno etíope habla de un alto el fuego “humanitario” sin fecha de finalización.
Lea también: Los drones cambian el rumbo de la guerra civil etíope: rebeldes en retirada
En un comunicado, el gobierno etíope espera que el alto el fuego “mejore significativamente la situación humanitaria” sobre el terreno. Asimismo, el alto el fuego debe ser el camino hacia “una solución al conflicto sin derramamiento de sangre”. No se sabe cómo han reaccionado los insurgentes de Tigray ante la situación. El Frente Popular de Liberación de Tigres (TPLF) ha estado en guerra con el ejército etíope durante más de un año.
Según estimaciones de la ONU, el 90 por ciento de los residentes de la región necesitan alimentos de inmediato. El gobierno etíope ha mantenido durante mucho tiempo la posición de que se permite la ayuda de emergencia en la zona, pero los intentos de hacerlo han fracasado varias veces. El ministro de Relaciones Exteriores de Etiopía acusó previamente a la ONU y a los trabajadores de ayuda exterior de suministrar armas a las autoridades en Tigray, después de lo cual se detuvo el suministro de suministros de socorro.
Guerra
La guerra se ha desatado en Tigray durante meses después de que el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, anunciara una invasión militar del estado del norte. Abiy Ahmed, líder del gobierno federal en el país, había estado en desacuerdo con los insurgentes de Tigrese durante algún tiempo. Los cinco millones de tigreanos han sido durante mucho tiempo el grupo étnico más poderoso del país con posiciones destacadas en el ejército, la política y la economía.
Cuando el primer ministro asumió el poder en 2018, criticaba regularmente a los tigreeanos que controlaban el estado. También ha destituido a varias figuras prominentes de sus cargos. En protesta, se unieron al Frente Popular de Liberación de Tigres, que lucha contra el ejército etíope.