Gira real de la realeza británica por el Caribe culmina en una especie de gira de despedida: ‘Ya no es 1953’

Tradicionalmente, un recorrido real por las antiguas colonias es una celebración con súbditos en bandera y Windsor ondeando. Memorables son las fotografías tomadas a lo largo de los años del príncipe heredero Carlos, un tanto rígido e impecablemente vestido, bailando con miembros de tribus nativas en los antiguos rincones del Imperio Británico, con coronas de flores alrededor del cuello o espadas ceremoniales en la mano. O los muchos chistes malos que su padre Philip solía hacer en tales ocasiones.

Qué diferente fue la experiencia de William y Kate durante sus vacaciones de trabajo en Belice, Jamaica y las Bahamas. Habían sido enviados por la Reina para estrechar lazos con la esperanza de que las Indias Occidentales no siguieran el ejemplo de Barbados, la isla que se retiró del trono británico a finales de noviembre. Para Elizabeth, de 95 años, que este año celebra su aniversario de platino, esto fue un golpe. Todas las esperanzas estaban puestas en sus nietos favoritos.

No salió bien. Tan pronto como los dos aterrizaron en Belice, se tuvo que cancelar una visita a una finca de cacao debido a las manifestaciones de los agricultores. En Jamaica, el primer ministro Andrew Holmes le dijo a la visita real que, de hecho, se seguirá el ejemplo republicano de Barbados, tal vez este año. Londres tendrá suerte si Jamaica sigue siendo miembro de la Commonwealth. Tales sentimientos republicanos también resultaron estar vivos en las Bahamas.

Colonial

En Jamaica, los dos anotaron un gol en propia puerta al ser conducidos en un Land Rover abierto. La visión de dos Windsor vestidos de blanco rodeados de guardias negros parecía colonial. Ya no es 1953, decía, el año en que Elizabeth y Philip hicieron lo mismo.

En su camino de regreso, William informó a la prensa itinerante que el futuro de las naciones visitadas pertenece a la población local y que cada elección merece el máximo respeto. “Sé que este viaje ha planteado aún más preguntas sobre el pasado y el futuro”, dijo William. También habló sobre el liderazgo de la Commonwealth, la confederación que ahora preside el monarca británico. El príncipe dice que eso no le preocupa: “Se trata de nuestro compromiso de servirles y apoyarlos lo mejor posible”.



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