Noticia | 24-10-2024 | 10:25
Los Países Bajos se encuentran en plena transición climática y energética, en el camino hacia un año 2050 completamente neutro en emisiones de CO2. Estamos entrando en una fase importante en la que la implementación de los planes actuales es fundamental. Para mantener a la vista los objetivos climáticos, es necesario resolver rápidamente obstáculos importantes. Estos cuellos de botella son en parte responsables de que la Agencia de Evaluación Ambiental de los Países Bajos (PBL) estime ahora que el objetivo climático para 2030, una reducción del 55% de los gases de efecto invernadero en comparación con 1990, ya no está a la vista.
Ministro Hermans, Clima y Crecimiento Verde: “Estos son análisis importantes de la política climática actual y futura en los que debemos trabajar. Las Perspectivas de Clima y Energía del PBL muestran que tenemos que trabajar duro para mantener a la vista el objetivo climático para 2030. Como se necesitan más acciones, trabajaré con los miembros del gabinete en medidas alternativas en un futuro próximo y volveré a esto cuando tome la decisión de primavera. Las medidas por sí solas no son suficientes. También existen problemas en la implementación en muchos lugares. A corto plazo, tomaré medidas sobre una serie de obstáculos que frenan la sostenibilidad de los Países Bajos. Este gabinete ha declarado que continuaremos trabajando duro en los objetivos climáticos para 2030 y 2050”.
En el Memorando sobre el clima, el gobierno da cuenta del progreso de la política climática y energética durante el año pasado. El gabinete también reflexiona sobre las Perspectivas de Clima y Energía del PBL. El Memorando sobre el Clima establece que el Gabinete tomará decisiones en primavera sobre medidas alternativas, basadas en la expectativa del PBL de que los Países Bajos reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 45 y un 52% para 2030. El objetivo es el 55%. Además, ahora también es necesario realizar una planificación prospectiva para después de 2030. La mayoría de las medidas requieren un largo plazo para entrar en vigor.
Esfuerzos extra
El ritmo en la implementación es crucial. El Memorando sobre Energía muestra que la sostenibilidad de los Países Bajos avanza de manera constante, pero que existen grandes desafíos. La independencia energética es un argumento importante a este respecto. Actualmente, los Países Bajos dependen en un 80% de la energía importada. Esto se eliminará gradualmente, entre otras cosas, mediante la importación de países diferentes y confiables, la ampliación de las fuentes de energía sostenibles y la eliminación gradual del uso de combustibles fósiles.
La red eléctrica completa es uno de los cuellos de botella más importantes, por lo que se están realizando numerosos esfuerzos adicionales para combatirlo. Por ejemplo, junto con los municipios y los operadores de redes se están desarrollando opciones estándar para la construcción de casas de transformadores que faciliten la construcción. Se está creando una brigada aérea que podrá apoyar a las autoridades competentes en los procedimientos espaciales. El año pasado se desarrollaron varias formas de contrato nuevas que permiten flexibilidad en la red. Hay que seguir incentivando esto y llegar a acuerdos con los sectores. La junta de aguas es el primer sector con el que se llegará a un acuerdo este año. Y en 2025 se abrirá a las empresas un nuevo plan de subvenciones por un total de 65 millones de euros para optimizar el consumo de energía mediante, entre otras cosas, escaneos energéticos. El gobierno intensificará las conversaciones con los mayores emisores industriales sobre su sostenibilidad en un futuro próximo. Además de las conversaciones con las centrales nacionales, también se están entablando conversaciones con los directores generales de las empresas matrices extranjeras con el fin de estudiar posibles avances o soluciones a los obstáculos que aún persisten. De esta manera, las empresas de los Países Bajos pueden volverse más sostenibles y contribuir a la fortaleza de nuestra economía.
Hasta 2035 y más allá
El Plan Climático esboza por primera vez una estrategia a largo plazo hacia la neutralidad climática y examina cómo puede realizarse la transición entre 2030 y 2050. El Plan Climático contiene entonces una agenda política para el período 2025-2035. Además de las medidas para lograr mayores reducciones de gases de efecto invernadero, estamos ampliando la política para incluir la eliminación de carbono de la atmósfera. Esto es necesario para llegar a ser climáticamente neutral. El Plan Climático no sólo analiza las ‘megatones’, sino que también presta atención a la cuestión de cómo esta transición puede ser justa.