Fuga de petrolero cerca de Yemen: la ONU recauda 36 millones de euros para limpiar la ‘bomba de relojería’

Naciones Unidas habla de una «bomba de relojería» que debe ser desmantelada con urgencia. La conferencia de donantes siguió a un avance inesperado en marzo cuando una de las facciones devastadas por la guerra en el Yemen devastado por la guerra, el movimiento extremista Houthi, firmó un plan de rescate de las Naciones Unidas.

Los ingresos del miércoles son significativamente menores de lo esperado y están 100 millones por debajo de los costos estimados.

Consecuencias desastrosas

El petrolero de almacenamiento frente a la costa de Yemen tiene a bordo alrededor de 185 millones de litros de petróleo y no se puede mover debido a problemas en el motor. Los conservacionistas advierten de un desastre catastrófico si el barco se hunde, no solo para los arrecifes de coral, plantas y animales únicos del Mar Rojo, sino también para los millones de ciudadanos que dependen del puerto de Hodeidah para su vida diaria, a 60 kilómetros de distancia.

En comparación, el desastre del Exxon Valdez de 1989, uno de los más grandes en la historia de Estados Unidos, liberó ‘solo’ 42 millones de litros, o menos de una cuarta parte de lo que el Safer tiene a bordo. Según la ONU, en el peor de los casos se necesitarían 19.000 millones de euros para limpiar todo el petróleo, un múltiplo del dinero recaudado el miércoles.

Plan de rescate torpedeado

Durante mucho tiempo, no se vislumbraba una solución debido a la guerra que asolaba Yemen entre el movimiento Houthi en la capital, Sana’a, y el gobierno reconocido internacionalmente (con Adén como capital temporal). La zona marítima donde se encuentra el Safer está controlada por los huzíes. Torpedearon un plan de rescate anterior de la ONU en el último minuto porque querían usar el petrolero como palanca en futuras negociaciones de paz.

Los críticos dudan de que los hutíes hablen en serio esta vez. El martes por la noche, poco antes de la conferencia de donantes, los huzíes lanzaron sospechas de que la ONU había fallado en el desarrollo del plan de rescate y que los millones aún por recaudar se gastarían en personal y otros gastos. Sana’a se negó previamente a permitir que los inspectores de la ONU accedieran al barco, lo que dejó una gran incertidumbre sobre la condición exacta del Safer. Es un secreto a voces que los hutíes también proporcionaron minas navales a las aguas alrededor del petrolero.



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