En la ciudad holandesa de La Haya se han producido fuertes disturbios. Cientos de jóvenes eritreos se atacaron entre sí con palos y otras armas y derribaron coches y mobiliario urbano. Se incendiaron coches de policía y un autocar y se apedreó a los agentes. En las calles alrededor de la sala de actos de la ‘Ópera’ se dejó un rastro de destrucción. La policía finalmente utilizó gases lacrimógenos para detener a los alborotadores. Mientras tanto, la paz ha regresado.
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