El lunes, alrededor de las siete y cuarto, se produjo un ataque en Saincteletteplein, cerca de la circunvalación interior de Bruselas, en el que murieron dos aficionados suecos. Poco después, el autor reivindicó los hechos como un acto en nombre del EI. Según los servicios de seguridad belgas, se trata claramente de un acto terrorista.
En la región de Bruselas, el nivel de terror se ha elevado al nivel 4. Francia, donde recientemente se cometió un ataque contra un profesor en una escuela de Arras, tampoco se rinde. El ministro francés del Interior, Gérald Darmarin, procedente de Tourcoing, ha anunciado controles más estrictos en la frontera con Bélgica. A esta hora, el lunes por la tarde, aún no está claro cuáles serán las consecuencias concretas de esto sobre el terreno.