Hay varias maniobras de adelantamiento salvajes en la carrera en Cataluña. Pero la decisión se toma en otra parte.
Séptima victoria en la décima carrera de la temporada: Max Verstappen ganó el Gran Premio de España en Barcelona. El campeón del mundo se impuso en el Circuito de Cataluña por delante de Lando Norris (McLaren) y Lewis Hamilton (Mercedes). La joven estrella Norris no pudo aprovechar aún más su pole position del sábado y alcanzar lo más alto del podio por segunda vez este año.
Nico Hülkenberg (Haas) se quedó a punto de conseguir los puntos, siendo el único piloto alemán en la carrera undécimo.
En el Mundial, Verstappen tiene ahora 219 puntos y está cómodamente en la cima. Norris (150) y Leclerc (148) son los primeros perseguidores.
Para Norris, que partía desde la pole con grandes ambiciones, la carrera comenzó con un susto: perdió el liderato en la primera curva ante Russell, que salió furioso, que aprovechó el duelo del británico con Verstappen y los adelantó a ambos.
El intento de recuperar el liderato mediante una parada en boxes posterior tampoco funcionó. Norris se encontró a veces detrás del dúo de Mercedes formado por Russell y Hamilton, pero luchó para volver al segundo lugar con neumáticos nuevos gracias a impresionantes maniobras de adelantamiento, especialmente en repetidos duelos con Russell.
Pero perdió mucho tiempo en el proceso, de modo que ya estaba casi nueve segundos detrás de Verstappen. El británico, que había triunfado en Miami, se acercaba cada vez más con el veloz McLaren. Pero no lo suficientemente cerca como para atacar a Verstappen. Luego, el holandés volvió a entrar en boxes por delante de Norris y puso neumáticos nuevos. Norris le siguió un poco más tarde: cuando volvió a la pista, estaba de nuevo siete segundos por detrás.
“Dalo todo y no escatimes en tus neumáticos”, dijo por radio el ingeniero de carrera de Verstappen, Gianpiero Lambiase, al campeón del mundo, y éste luchó por mantener a distancia al ferozmente decidido Norris. Aunque el británico fue un poco más rápido, la ventaja de Verstappen seguía siendo de cinco cómodos segundos cuando faltaban siete segundos.
Verstappen avanzó hacia la victoria sin cometer ningún error, pero Norris no pudo avanzar en la fase decisiva.