La organización busca una nueva ubicación para 2024 donde se pueda volver a celebrar el festival al aire libre. “Queremos volver a ser como siempre. Con suerte, tendremos un permiso para un nuevo sitio del festival antes de fin de año”, desea Van Guldener.
Tiene dos ubicaciones en mente para esto: un prado al otro lado de Schipborg y un terreno en Zeegse, donde termina la reserva natural. “Pronto tendremos investigaciones sobre la naturaleza allí. Veremos cómo va, porque las reglas se han vuelto mucho más estrictas debido a la crisis del nitrógeno”.
Sin embargo, según Van Guldener, eso no significa que el antiguo recinto del festival esté completamente fuera de lugar para las ediciones posteriores. “Somos un poco tercos, por lo que definitivamente queremos ver si todavía podemos organizar algo en la ubicación anterior. Aunque la posibilidad es pequeña, sigue siendo nuestra preferencia absoluta. Y tal vez sea un poco más pequeño, como lo será el caso el próximo año”, concluye.