Feminicidios, una guerra (no declarada) se libra en Europa contra las mujeres

El feminicidio se define ampliamente como el asesinato de una mujer o niña debido a su género

El mismo instituto (Eige), que investiga y monitorea las políticas sobre violencia contra las mujeres, lanzó una encuesta sobre feminicidios en 2020, pero no se espera que los resultados se publiquen antes de 2024. Mientras tanto, al solicitar datos estadísticos a las autoridades nacionales competentes autoridades para los años 2010-2021, Miir, junto con los socios de Edjnet, ha creado una nueva base de datos sobre la violencia de género en los países europeos.

La dificultad de encontrar datos europeos consolidados sobre el fenómeno está ligada a la falta de homogeneidad de las clasificaciones de homicidios a nivel europeo. Para calificar el homicidio voluntario de una mujer como feminicidio, es necesario esperar el resultado judicial, para identificar al culpable y sus móviles. O es necesario que el homicidio haya sido perpetrado por hombres y que se haya producido entre cónyuges o convivientes anteriores o actuales, o en el ámbito doméstico. Para obtener resultados más confiables, debido a los diferentes métodos de registro de feminicidios de un país a otro, los autores de la encuesta optaron por comparar el cambio porcentual de feminicidios entre años en países con datos disponibles, en lugar del número absoluto. Además, los datos se extrapolaron a tasas comparables por 100.000 habitantes.

LA TENDENCIA DE LOS FEMINICIDIOS

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En general, Italia tiene la segunda cifra más baja de Europa en la incidencia de homicidios sobre la población total: 0,48 por cada 100.000 habitantes. Sólo superior a la de Luxemburgo (0,32) y muy por debajo de la media de la UE (0,89). También en lo que respecta a los asesinatos de mujeres, la cifra italiana es inferior a la media de la UE (0,38 frente a 0,66).

Sin embargo, si a lo largo de los años el número de hombres que han sido víctimas de homicidio ha disminuido considerablemente en nuestro país, no puede decirse lo mismo de las mujeres, para quienes la mejora ha sido mucho más lenta y limitada. Indicación de que es un problema estructural que requiere políticas específicas. A principios de la década de 1990, informa Istat, 5 hombres fueron asesinados por cada mujer asesinada. Con el tiempo, esta relación disminuyó gradualmente hasta llegar a 1,6 en 2021. “El número de mujeres asesinadas a lo largo de los años se ha mantenido sustancialmente estable, mientras que los homicidios han disminuido”, comenta el jefe de la Policía Criminal de Viminale.

Si consideramos entonces los homicidios de mujeres solo por parte de familiares, parejas o exparejas de la víctima, vemos que su incidencia ha disminuido ligeramente (de 0,36 en 2012 a 0,32 en 2021). Pero ha aumentado en relación con el número total de asesinatos de mujeres. De hecho, la relación entre los homicidios domésticos y el total de homicidios voluntarios de mujeres va en aumento. En 2017, cuando fue más bajo, la participación rondaba el 73%. Mientras que en 2020 superó el 85%, luego de un aumento paulatino.



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