España, un verano histórico: también se lleva el oro olímpico, Francia derrotada en la prórroga


La selección de Santiago Denia gana 5-3: el doblete de Camello hace extasiar a los españoles, el 3-3 en pleno tiempo añadido no es suficiente para Henry

Alessandro Grandesso

9 de agosto – 21.18 h – PARÍS

Thierry Henry había encontrado el apodo adecuado para sus jugadores: «fous». Loco. Y en esta final loca, loca fue esta Francia que se adelantó con Millot, antes de descender a los infiernos en diez minutos, encajar tres goles (doblete de Fermín y Baena), y luego volver a la superficie en la segunda parte. Dominando y quitando temporalmente la medalla de oro del cuello a España, con Akliouche y Mateta desde el punto de penalti en el tiempo de descuento. Pero en la prórroga, la banda de Santiago Dénia se sacudió el letargo de la segunda parte y conquistó lo más alto del podio, con los implacables sellos, en la apertura y el cierre, de Camello. Dos goles que valen otro título olímpico, tras el de Barcelona 92.

CAMBIOS

Francia, en cambio, esperaba volver al Olimpo cuarenta años después de la hazaña de Los Ángeles, en el verano en el que Les Bleus también ganaron la Eurocopa. Y justo en el Parque de los Príncipes. Y fue contra España contra quien se vengó sufriendo, repitiendo la Eurocopa conquistada el mes pasado, entre otras cosas eliminando a los Bleus en semifinales. Bajo la mirada de los dos entrenadores de las selecciones absolutas, De La Fuente y Deschamps, Dénia seguía igual, como en cuartos de final y semifinales. Henry, por el contrario, modifica dos de sus «movimientos locos» respecto a la semifinal en la prórroga y la remontada contra Egipto. Koné y sobre todo Millot, expulsado tras la trifulca con Argentina en cuartos de final, consecuencia de las polémicas racistas entre ambos países, vuelven al centro del campo tras la descalificación.

VENTAJA

Y es el jugador del Stuttgart quien abre el marcador en el 11′. Un zurdazo desde la derecha, no demasiado fuerte pero que Tenas, el único «parisino» sobre el terreno de juego, desvía con facilidad. Sin embargo, fue una ventaja merecida para el equipo local, que entró al partido con la actitud adecuada, agresivo e incluso duro. Mientras que España se muestra torpe, incapaz de retener el balón, ampliando demasiado las líneas y facilitando así la verticalidad francesa. El gol, sin embargo, despertó a los españoles que marcaron la diferencia con su primer ataque en la gestión de espacios. Y con la previsión del habitual Fermín que se encuentra en el corazón del área para ampliar a la red el saque desde la derecha del otro campeón de Europa, Baena. Los blaugrana se quedaron libres culpablemente por Lubeka y Badé (18′). Francia siente el pellizco y desaparece. España aprovechó la situación y duplicó su ventaja en el minuto 25 de forma escolástica esta vez: centro desde la derecha de Miranda a Ruiz que desafió a Restes, y Fermín que remató en el oportuno rebote. Como 3′ después lo hace Baena, pero en una falta, desde la parte superior izquierda del área, roza la barrera. Y es 3-1, sin siquiera dar la impresión de forzar, ni siquiera cuando Francia sale del túnel e intenta reabrirlo en el tiempo de descuento, censurado por Tenas.

LOCURA

En la segunda parte, Francia, animada por el público, intentó explotar sus bandas como nunca lo había hecho en la primera parte. Pero, sobre todo, pone fuerza física y mental para manejar el balón alto, manteniendo a España alejada de su propia área, obligada a contraataques antinaturales. En el minuto 12 llegó el primer momento constructivo, con un centro de Truffert desde la izquierda y un cabezazo de Koné que se estrelló en el larguero. El punto de inflexión también llega con los cambios de Henry. En el minuto 23 Akliouche, que sustituye a Chotard, intenta fotocopiar el primer gol español, pero Mateta es menos preciso y más predecible que Fermín. Y luego Koné, intercambiando con Kalimuendo, insertado por Lacazette, obliga a Tenas a realizar otro milagro (27′). Pero el gol llegó de todos modos, en el minuto 34, tras un tiro libre desviado hacia la derecha de Olise que se escapó de los pies de Akliouche y acabó en el ángulo lejano. Todo por un final loco, loco. Al final, giro, con el penalti inicialmente no visto por el árbitro brasileño Abatti, pero concedido por el VAR por la falta sobre Kalimuendo, cometida en el área por Turrientes. Desde el punto de penalti, Mateta envía a todos a la prórroga con su quinto gol de la competición (48′). También porque el larguero salvó a Francia del remate de revancha de Turrientes (52′). Sin embargo, la revancha española todavía llega con Camello que en el 10′ se alimenta en el área y vuelve a castigar fríamente a Restes, como en el último minuto, con un contraataque espartano pero dorado.





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