Es correcto seguir defendiendo el derecho de esas mujeres y hombres a vivir en libertad, dignidad e igualdad.


Ud.1,1 millones de mujeres excluidas de la educación secundaria, 1.095 civiles asesinados, el 43% de los medios de prensa cerrados, 2.374 periodistas despedidos de sus puestos de trabajo. Estas son las escalofriantes cifras del Afganistán actualun país donde desde el 15 de agosto de 2021, fecha en la que los talibanes recuperaron el poder, comenzó una nueva fase de violencia, que ve los derechos humanos bajo ataque en todos los frentes.

Amnistía InternacionalSin embargo, a diferencia de la atención de los medios, nunca deja de documentar y denunciar crímenes contra la población afgana. Y sigue pidiendo en voz alta a la comunidad internacional todo el apoyo que pueda defender el derecho de esas mujeres y hombres a vivir en libertad, dignidad e igualdad.

En Afganistán se cancela otra libertad de las mujeres: los salones de belleza cierran

Amnistía Internacional no abandona Afganistán

«La situación de las mujeres y las niñas en Afganistán desde que los talibanes regresaron al poder el 15 de agosto de 2021 Es extremadamente crítico y preocupante», explica. Alba Bonetti, Presidente de Amnistía Internacional Italia. «Los talibanes están violando sistemáticamente sus derechos a la educación, al trabajo y a la libertad de circulación. Además, Eliminan sistema de protección a mujeres víctimas de violencia domésticaarrestando a mujeres y niñas por violaciones mínimas de leyes discriminatorias y contribuyendo al aumento de los matrimonios infantiles, precoces y forzados.»

«Amnistía Internacional ha instado repetidamente a los talibanes a cambiar sus políticas, subrayando la necesidad urgente de una estrategia internacional fuerte y coordinada para persuadirlos de respetar los derechos de las mujeres y las niñas.. La comunidad internacional debe actuar urgentemente para poner fin a esta represión y garantizar la libertad, la dignidad y la igualdad del pueblo afgano. También es necesario activar la justicia internacional: la investigación de la fiscalía de la Corte Penal Internacional avanza lentamente. Le pedimos que también aborde el crimen de lesa humanidad de la persecución de género contra las mujeres y niñas afganas.».

Alba Bonetti, presidenta de Amnistía Internacional y siempre cercana al pueblo afgano.

El ruido de las mujeres contra el abuso

Sin embargo, desde Irán hasta Afganistán, las mujeres ya no guardan silencio. Salen a las calles a costa de sus vidas. ¿Que ha cambiado?
Las mujeres están saliendo a las calles con gran fuerza y ​​determinación, poniendo en ocasiones en riesgo sus vidas. Es un mensaje claro que nos dice cuán decididos están a defender sus derechos, que están siendo atacados a nivel mundial. Este cambio puede atribuirse a una mayor conciencia, facilitada por los medios modernos y los avances de los movimientos feministas, que han inspirado un sentido de solidaridad y empoderamiento entre las mujeres a nivel mundial. La voluntad de desafiar las injusticias y luchar por la igualdad es cada vez más evidente, lo que subraya un profundo cambio social y un compromiso creciente con la defensa de los derechos de las mujeres.

Se habla mucho, pero poca acción.

Amnistía Internacional está cada día al lado de la población y pide constantemente a la comunidad internacional el apoyo que pueda para defender los derechos de las mujeres y los derechos de todas y todos. ¿Qué respuestas obtienes?
Pocos. Estamos asistiendo a una enorme retórica sobre los derechos humanos: se habla mucho al respecto, pero no se hace nada. Estamos a punto de recordar los 75 años transcurridos desde la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, si bien los avances logrados por la humanidad son indudables cuando se miran desde una lente temporal de décadas, hoy el mundo está conmocionado por las crisis de derechos humanos y las crisis humanitarias, las guerras y la amenaza que supone el cambio climático. Lo que nos preocupa es una ausencia de liderazgo en el ámbito de los derechos humanos, junto con dobles raseros y políticas -pensemos en las de asilo e inmigración- que cierran puertas: incluso a las mujeres y hombres afganos abandonados en su país o abandonados a su suerte. dispositivos, con amenaza de repatriación, en Pakistán.

Quitar el estudio para mantenerse sumiso.

Una lucha que lleváis incansablemente es la del derecho a la educación de las niñas y las jóvenes. ¿Por qué los talibanes tienen tanto miedo de dejar estudiar a las mujeres?
La prohibición de que las niñas afganas mayores de 12 años asistan a la escuela, combinada con severas restricciones a la segregación de género en las universidades, ha creado una barrera importante para el acceso a la educación académica de muchas mujeres jóvenes. Esta actitud discriminatoria tiene sus raíces en la cultura misógina de los talibanes, que limita a las mujeres al papel tradicional de esposas y madres, prohibiéndoles incluso huir de la violencia doméstica. El temor de los talibanes a permitir que las mujeres estudien refleja su deseo de mantener el control sobre la vida pública, negando a las mujeres la oportunidad de participar activamente en la sociedad. Esta actitud retrógrada demuestra su incapacidad para gobernar de manera inclusiva y pone en riesgo el futuro de las mujeres y de la propia nación. La lucha por el derecho a la educación se vuelve, por tanto, crucial no sólo para la emancipación de las mujeres, sino también para la construcción de una sociedad justa y próspera. Un camino que no ha sido fácil ni siquiera en Occidente, donde las mujeres han luchado desde el siglo XIX por acceder a la educación superior y a la universidad. En la biografía de María Montessori – una de las primeras mujeres licenciadas en medicina en Italia – hay relatos de la discriminación y los insultos a los que fue sometida.

Las mujeres son las impulsoras del cambio

¿Qué pasará con las nuevas generaciones? ¿En particular, de aquellas mujeres que se han vuelto más conscientes política y socialmente?
El futuro de las nuevas generaciones en Afganistán, especialmente para las mujeres que están adquiriendo una mayor conciencia política y social, está lleno de desafíos. La creciente conciencia política y social entre las mujeres puede convertirse en un motor de resistencia y cambio. El apoyo de la comunidad internacional, la atención de los medios y las organizaciones de derechos humanos pueden desempeñar un papel crucial en la protección y amplificación de las voces de las mujeres en Afganistán. El destino de las nuevas generaciones dependerá en gran medida de la capacidad de resistir, adaptarse y transformar los desafíos en oportunidades para un cambio progresivo e inclusivo.

Protestas contra el régimen talibán (Getty Images)

Cuando la atención de los medios disminuye

Cuando los talibanes tomaron Afganistán, los medios de comunicación llamaron la atención sobre el desastre que causaría. Luego, sin embargo, poco a poco, la atención fue decayendo porque llegó la guerra en Ucrania y luego el trágico resurgimiento del conflicto palestino-israelí. Pero mientras tanto, las mujeres siguen corriendo peligro en Kabul. ¿Qué hay que hacer para que la atención no desaparezca?
Las organizaciones de derechos humanos, los activistas y los medios de comunicación deben seguir concienciando al público sobre los desafíos que enfrentan las mujeres afganas a diario bajo el régimen talibán. Campañas mediáticas, testimonios directos y actualizaciones constantes contribuyen a mantener alta la atención sobre la emergencia en Afganistán. Los Estados y las organizaciones internacionales deben ejercer una presión diplomática constante sobre el gobierno talibán para que respete los derechos de las mujeres. La inclusión de la cuestión en las negociaciones internacionales y las sanciones selectivas pueden ser herramientas eficaces.

La importancia del legado de solidaridad de Amnistía Internacional

Está claro que es fundamental que todos participemos en la lucha de miles de mujeres y hombres que arriesgan sus vidas para construir un futuro de derechos y libertad. Lanzasteis la campaña del legado solidario. ¿De qué se trata exactamente? ¿Cómo podría provocar un cambio?
La campaña “¿Quién luchará en tu lugar cuando ya no estés?” de Amnistía Internacional promueve el legado solidario como herramienta para apoyar la lucha diaria de mujeres y hombres en Afganistán. El legado solidario es un gesto no vinculante que permite dejar un legado de ideales de respeto a los derechos humanos. Es flexible y puede revisarse o modificarse en cualquier momento sin afectar los derechos de los herederos legítimos y no requiere grandes bienes. La campaña nos invita a considerar el legado solidario como una forma concreta de solidaridad para garantizar un futuro de derechos y libertades en Afganistán. En un contexto en el que miles de personas arriesgan sus vidas para construir un futuro mejor, el legado solidario se convierte en una poderosa herramienta para contribuir a este cambio.

¿Los talibanes te hacen trabajar o te resulta difícil?
¿Cómo podrían hacernos trabajar si nuestras listas incluyen los nombres de las personas a salvar y las de ellos los nombres de las personas a eliminar, coincidiendo perfectamente? Pero, aunque no podamos realizar investigaciones en el país, confiamos en quienes allí defienden los derechos humanos con enorme valentía. Recopilamos testimonios de dentro y fuera del país. Y elaboramos nuestros informes y nuestras quejas, siempre esperando que quienes tienen el poder de cambiar las cosas los utilicen.

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