Equilibrio entre seguridad y autonomía: estrategias para los CISO en la era de la nube


Mantener un entorno de nube seguro es una de las responsabilidades más importantes de cualquier CISO en la actualidad, dado que más del 50% de todos los ciberataques se originan en la nube. Sin embargo, se trata de una tarea difícil, ya que ahora la seguridad debe sopesarse con otras prioridades, como el mantenimiento de las operaciones y la necesidad de innovar.

Las organizaciones están compitiendo para acelerar la adopción de la computación en la nube debido a la necesidad de una mayor escalabilidad y rentabilidad. Como resultado, las inversiones en computación en la nube se están disparando en todos los ámbitos. Gartner predice que el gasto de los usuarios finales en servicios de nube pública alcanzará los 679 mil millones de dólares a finales de año y superará el billón de dólares en 2027.

Sin embargo, la rápida adopción de servicios en la nube ha ampliado la superficie de ataque. La introducción continua de nuevos activos en estos entornos significa que los datos y las aplicaciones se distribuyen en múltiples ubicaciones, lo que expone a las organizaciones a mayores riesgos cibernéticos. El 46% de los líderes de seguridad no tienen visibilidad completa de la conectividad de los servicios en la nube de su empresa. Los CISO deben proporcionar una supervisión integral de las operaciones de la nube, pero a menudo carecen de las habilidades especializadas de los arquitectos de la nube.

Los desafíos de proteger la computación en la nube

La naturaleza descentralizada de los entornos de nube conduce a una visibilidad y un control fragmentados. Cada activo de nube integrado hace que sea cada vez más difícil mantener la visibilidad y administrar eficazmente la red, ya que está distribuida en múltiples equipos y plataformas. Esta complejidad dificulta que los CISO supervisen las actividades, apliquen políticas de seguridad y respondan a las amenazas en tiempo real.

A medida que las organizaciones crecen y adoptan entornos híbridos y de múltiples nubes, la tarea de mantener una seguridad constante en varias plataformas se vuelve abrumadora. Las herramientas y prácticas de seguridad tradicionales no pueden competir con la versatilidad y agilidad de estos entornos interconectados.

Entonces, el mayor desafío para los CISO es implementar herramientas y procesos que brinden visibilidad en tiempo real sin imponer restricciones innecesarias a los equipos de la nube. Para lograr este equilibrio son necesarias tres estrategias fundamentales.

1. Implementar soluciones de seguridad nativas de la nube

Las herramientas de seguridad tradicionales (firewalls, sistemas de detección de intrusiones (IDS) y SIEM) se diseñaron principalmente para infraestructuras locales estáticas. A menudo carecen de la flexibilidad necesaria en los dinámicos ecosistemas de nube actuales. Estas herramientas no pueden proporcionar la visibilidad necesaria en entornos distribuidos, lo que dificulta el seguimiento de los flujos de datos y las actividades de los usuarios. A menudo no logran integrarse perfectamente con los servicios nativos de computación en la nube, lo que genera lagunas en la detección y respuesta a amenazas. Esta visibilidad e integración limitadas dan como resultado puntos ciegos de seguridad críticos, lo que permite que las amenazas pasen desapercibidas y no se aborden.

Las soluciones de seguridad nativas de la nube son esenciales para cerrar estas brechas. Se trata de soluciones diseñadas específicamente para funcionar en entornos de nube, con configuraciones flexibles y capacidades de automatización. Estas soluciones pueden permitir a los CISO identificar vulnerabilidades y mitigar amenazas rápidamente al proporcionar información en tiempo real sobre la actividad de los usuarios y los flujos de datos.

Adoptar una postura proactiva en materia de seguridad es crucial en un entorno de nube dinámico y ya no es posible esperar a que se materialicen las amenazas para tomar medidas. Las herramientas nativas de la nube permiten el monitoreo continuo y la detección de amenazas. Este enfoque proactivo reduce significativamente el riesgo de una infracción al identificar posibles vulnerabilidades antes de que sean explotadas.

Una solución que ofrece muchos beneficios de seguridad en la nube es Zero Trust Segmentation, una parte clave de la arquitectura Zero Trust. El ZTS garantiza que el acceso a los recursos esté estrechamente controlado y supervisado. Proporciona una segmentación granular de toda la red de la organización, lo que permite a los CISO aplicar políticas de acceso estrictas y contener eficazmente las infracciones.

Además, las soluciones nativas de la nube son escalables y se adaptan al crecimiento de las organizaciones y a la creciente complejidad de los entornos de nube. Proporcionan seguridad consistente en entornos híbridos y de múltiples nubes, garantizando que las políticas de seguridad se apliquen de manera uniforme.

2. Fomentar la colaboración entre los equipos de seguridad y de la nube.

La seguridad eficaz de la computación en la nube requiere una colaboración perfecta entre los equipos de seguridad y la nube. Las operaciones aisladas crean brechas en la cobertura de seguridad y obstaculizan la implementación de políticas de seguridad consistentes. Los CISO deben fomentar una cultura de comunicación y cooperación para cerrar estas brechas.

Las sesiones periódicas de diálogo e intercambio de conocimientos entre equipos son esenciales. Estas interacciones ayudan a alinear las medidas de seguridad con los objetivos comerciales y los requisitos operativos. Cuando los equipos de la nube comprenden la importancia de los protocolos de seguridad, es más probable que los cumplan sin verlos como obstáculos.

Otro paso crucial es involucrar a los equipos de la nube en las discusiones sobre seguridad y los procesos de toma de decisiones. Esta participación garantiza que las políticas de seguridad sean prácticas y no interrumpan los flujos de trabajo de los equipos de la nube. Cuando las mujeres tienen voz y voto en la implementación de la seguridad, se reducen las fricciones y se fomenta un sentido de propiedad y responsabilidad.

Al fomentar la colaboración, los CISO pueden crear un enfoque unificado para la seguridad en la nube. Esta cooperación garantiza la eficacia de las medidas de seguridad y su integración fluida en las operaciones diarias. Esto permite que los equipos de seguridad y nube trabajen para lograr objetivos comunes sin comprometer la innovación y la agilidad.

También es importante equipar a los equipos con las herramientas y recursos adecuados. El acceso a herramientas de seguridad de autoservicio puede ayudar a acelerar los procesos de seguridad y reducir la carga de los equipos de seguridad centrales.

3. Utilice herramientas de autoservicio y modelos de responsabilidad compartida

Las herramientas de autoservicio permiten a los equipos de la nube gestionar las tareas de seguridad de forma independiente. Este enfoque garantiza respuestas rápidas y eficaces a amenazas potenciales. Al proporcionar estas herramientas, los CISO pueden descentralizar las responsabilidades de seguridad mientras mantienen la supervisión y el control necesarios.

Ejemplos de herramientas de seguridad de autoservicio incluyen la aplicación automatizada de políticas, sistemas de gestión de identidades y accesos (IAM) y paneles de control en tiempo real. Estas herramientas permiten a los equipos de la nube configurar ajustes de seguridad y responder a incidentes sin necesidad de intervención del equipo de seguridad central. Esta autonomía acelera los procesos de seguridad y promueve un sentido de pertenencia y responsabilidad dentro de los equipos de la nube. La implementación de un modelo de este tipo es otro elemento esencial de la seguridad de la computación en la nube. Este modelo delimita claramente las responsabilidades de seguridad entre proveedores y usuarios. Los proveedores de la nube generalmente son responsables de proteger la infraestructura subyacente, mientras que los usuarios deben proteger sus cargas de trabajo específicas, incluidos los datos, las aplicaciones y el acceso de los usuarios.

Los CISO deben asegurarse de que los equipos de la nube sean conscientes de sus responsabilidades y tengan las herramientas y la capacitación necesarias para cumplirlas. Las auditorías y evaluaciones periódicas pueden ayudar a verificar que se sigan las políticas de seguridad y que las posibles vulnerabilidades se aborden con prontitud. Además, al discutir las responsabilidades de seguridad con toda la organización, los CISO deben utilizar ejemplos de incidentes y vulnerabilidades recientes que resultaron en infracciones importantes. Esto ayudará a los equipos a comprender la gravedad de sus responsabilidades y las graves consecuencias de la falta de proactividad.

En general, la adopción de estos enfoques ayudará a los CISO a navegar por el cambiante panorama de la nube, garantizando una sólida protección y eficiencia operativa sin sofocar la autonomía del equipo. Estas estrategias no solo fortalecen la seguridad, sino que también se alinean con los objetivos comerciales, lo que permite a las organizaciones innovar de forma segura en la computación en la nube. La adopción de las tres estrategias anteriores ayudará a los CISO a garantizar una protección sólida en todo el ecosistema de la nube empresarial y a mantener la eficiencia operativa.
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