Un granjero holandés fue mordido en el brazo cuando trató de ahuyentar a un lobo con una horquilla y una pala. Dos horas después, el animal fue fusilado por orden del alcalde. Y eso causa conmoción. Las organizaciones de animales están llevando a los tribunales al alcalde y al granjero. ¿Se debe disparar al lobo? ¿Y qué debemos hacer con esos animales? “El alcalde ha ido más allá de los límites de la ley europea”, dicen los expertos Dirk Draulans y Jan Loos.
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