El terremoto en Marruecos no es inesperado. Así lo afirma el profesor Manuel Sintubin, geólogo de la KU Leuven. “Las montañas del Atlas, donde se encuentra el epicentro, tienen una historia de fuertes sacudidas”, afirma. Según Sintubin, los mayores daños se producirán en zonas remotas. A corto plazo, la región afectada también tendrá que tener en cuenta las réplicas.
El propio Sintubin realizó una investigación en las altas montañas del Atlas, donde se sintió más el terremoto. “En esos pueblos de montaña, los edificios no son resistentes a los terremotos. A menudo son edificios más antiguos y de menor calidad. En las ciudades, donde se utilizan técnicas más modernas, el efecto del choque será limitado. Aparte de la diferencia de fuerza “Esta conmoción no es comparable a la catástrofe en Turquía, donde no se respetaron las normas de construcción.”
Al mismo tiempo, también se producirían daños en la gran ciudad de Marrakech, a 70 kilómetros del epicentro. “Más daños de los que esperaríamos a esa distancia, pero Marrakech está construida sobre un terreno más blando. No es muy bueno para absorber los impactos y los amplifica un poco”, dijo Sintubin.
Sin duda, las réplicas son un problema, explica el geólogo. “Un segmento de falla se ha movido en el subsuelo y ahora tiene que encontrar un nuevo equilibrio. Como resultado, se activarán nuevas fallas que también causarán réplicas de hasta magnitud 6.” Según el profesor, estos se producirán con frecuencia en las primeras horas y días y luego disminuirán rápidamente en número.