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El propietario de Vauxhall, Stellantis, planea cerrar su fábrica de furgonetas en Luton, poniendo en riesgo unos 1.100 puestos de trabajo mientras la empresa crea un centro de fabricación totalmente eléctrico en su otra fábrica del Reino Unido en Ellesmere Port.
La compañía dijo el martes que pretende trasladar “cientos de puestos de trabajo” desde la planta de Luton, que actualmente fabrica furgonetas para las marcas Vauxhall, Peugeot, Citroën y Opel, al puerto de Ellesmere.
El anuncio es un duro golpe para la industria automotriz del Reino Unido, que ha visto plantas de Honda, Ford y JLR cesar su producción en la última década.
Nissan, que gestiona la planta de automóviles más grande del Reino Unido en Sunderland, ya ha advertido que los puestos de trabajo podrían estar en riesgo a menos que el gobierno relaje sus normas sobre vehículos eléctricos.
Stellantis dijo que planea gastar £50 millones para mejorar la fábrica de Ellesmere Port como parte del proceso de consolidación. El grupo emplea a unas 840 personas en Cheshire.
Un portavoz del gobierno dijo: “Si bien es alentador ver a Stellantis invertir en el futuro de su planta de Ellesmere Port, sabemos que este será un momento preocupante para las familias de los empleados de Luton que puedan verse afectados.
“Tenemos una asociación de larga data con Stellantis y continuaremos trabajando estrechamente con ellos, así como con los sindicatos y socios locales en los próximos pasos de sus propuestas”.
Esta es una historia en desarrollo.