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Roula Khalaf, editora del FT, selecciona sus historias favoritas en este boletín semanal.
¿Cuándo se acabará el tiempo para David Zaslav? El Financial Times ha informado de que Warner Bros Discovery, el conglomerado de medios creado hace apenas dos años por Zaslav, su director ejecutivo, podría intentar una escisión. La opción más dramática es crear dos empresas con perfiles de crecimiento y beneficios muy distintos.
Todo esto es agotador. Zaslav es famoso por ganar grandes sueldos y, más recientemente, por ofender a todo el que se le cruce en el camino. Los accionistas han visto caer sus acciones casi un 70 por ciento en esos 27 meses. A los clientes no les gusta que desaparezca contenido de sus aplicaciones de streaming. Y los talentos, incluido Charles Barkley, famoso por su trabajo en el baloncesto profesional, se preguntan si su mala gestión les va a costar el trabajo. En algún momento, Zaslav debe rendir cuentas.
La idea de una separación sería poner las estaciones de televisión por cable de bajo crecimiento pero generadoras de efectivo, incluyendo TNT y CNN, en una compañía que asuma la mayor parte de los 39 mil millones de dólares de deuda neta de WBD. Los tenedores de bonos se enfurecerán y tal vez presenten demandas. Ha estallado una guerra de acreedores en Lionsgate, el estudio de Hollywood que recientemente escindió la cadena de cable Starz e intentó un juego de engaños de deuda similar al que WBD está contemplando.
La firma de investigación CreditSights se pregunta si una medida de este tipo podría ser aceptada, dado que los contratos de emisión de bonos aún prohíben la venta de activos importantes. Pero los contratos de deuda se firmaron en una época bastante laxa para una empresa con una sólida calificación de inversión. WBD, como mínimo, podría lograr que los acreedores acepten quitas en los canjes de deuda.
El negocio de streaming de WBD, que hace poco empezó a ser rentable, estaría prácticamente libre de deudas y podría supuestamente obtener una valoración similar a la de Netflix. Alternativamente, podría combinarse sin problemas con algún otro negocio digital de segunda categoría. En la lógica de la banca de inversión, 1 + 1 será igual a 3. Pero eso parece complicado: la relación deuda/ebitda multiplicada por cuatro es inmutable.
Zaslav no es el único magnate de los medios de comunicación que lucha en esta época de altas tasas de interés y agitación tecnológica. El pastel se está achicando y los directores ejecutivos están tomando decisiones difíciles sobre la asignación de capital y el valor de la empresa. Las escaramuzas con los acreedores ya están estallando en empresas como Dish Network y Altice. Los gerentes están recurriendo al tópico de que sus deberes son para con los accionistas, no para con los acreedores. Eso es simplemente una admisión condenatoria, aunque tácita, de hasta qué punto sus esfuerzos han sido insuficientes.