El presidente de Open Vld, Egbert Lachaert, entierra la importante reforma fiscal de Vivaldi

Un primer paso pequeño, por ejemplo, la abolición del impuesto de crisis que introdujo Dehaene, es posible. Pero Lachaert no quiere una gran reforma en la que se reduzca la carga laboral, sino que el coste de ésta se compense luego con la cancelación de otras prestaciones como las de los vales comida o los coches de empresa.

Derriba la reforma del ministro de Finanzas Vincent Van Peteghem (CD&V) y las ambiciones fiscales de su propio gobierno. “Apoyo una reforma que sea solo de bolsillo. La gran reforma que hará feliz a la gente, y reducirá los impuestos, es para más adelante”. Por lo tanto, Lachaert apunta a después de 2024.



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