La mujer de Bennebroek cree haber recibido una llamada de la policía sobre las 19.15 de ese día. Para evitar intentos de robo a la señora en cuestión, un supuesto policía viene a recoger sus joyas y su dinero y guardarlos en una caja fuerte.
La víctima lo entrega todo de buena fe: una pulsera de eslabones de oro, dos cadenas de oro con colgantes y varios anillos de oro, por un valor total de unos 15.000 euros. Además, las tarjetas de débito y los códigos asociados se entregan al llamado agente.
Sospecha
Al sospechoso no se le permitió discutir nada con otros, de lo contrario esto podría dañar la investigación en curso: obviamente un mito para evitar que la víctima llame a la policía real.
En los días siguientes, le piden, entre otras cosas, que compre un coche de segunda mano. Cuando la sospechosa quiso retirar esta cantidad por el coche de segunda mano, sospechó y llamó a la policía. Inmediatamente bloqueó sus cuentas, pero para entonces el daño ya estaba hecho.
Con las tarjetas de débito se retiraron en total más de 10.000 euros en Sassenheim y Amsterdam Nieuw-West. La víctima también transfirió 2.000 euros a una cuenta de Bitcoin.
Señalización
El hombre es de tez clara y tiene alrededor de 20 años. Tiene bigote y vestía una gorra negra y una chaqueta Under Armour.