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El nuevo gobierno libertario de Argentina devaluará el peso a aproximadamente la mitad, recortará el gasto público y reducirá los subsidios a la energía y el transporte mientras lucha por contener una crisis económica y una inflación en espiral.
El ministro de Economía, Luis Caputo, hizo un resumen de las medidas en un mensaje televisado el martes, en el que habló extensamente sobre la grave situación de la nación sudamericana pero dio pocos detalles. La transmisión de su transmisión se retrasó varias veces; los medios locales dijeron que el ministro la estaba regrabando y no se celebró ninguna conferencia de prensa después.
«Si seguimos como estamos, tendremos hiperinflación», dijo Caputo en el discurso. Se espera que los precios aumenten más del 200 por ciento este año calendario. “De los últimos 123 años, Argentina tuvo un déficit fiscal en 113. . . Hemos venido a solucionar la adicción al déficit fiscal”, añadió.
La transmisión marcó el primer anuncio importante del gobierno del presidente Javier Milei desde que asumió el cargo el domingo. Milei, un autodenominado “anarcocapitalista” y ex comentarista de televisión, prometió llevar una “motosierra” al Estado argentino como parte de una terapia de choque radical.
Caputo dijo que el nuevo gobierno movería el tipo de cambio oficial a 800 por dólar desde niveles justo por debajo de 400 la semana pasada. Los bancos ya habían anticipado una fuerte devaluación, pero el nuevo nivel oficial del dólar todavía estaba algo por debajo del tipo de cambio del mercado negro de 1.045 el martes.
Las transferencias del presupuesto federal a las provincias se reducirán al mínimo y se suspenderán todos los nuevos proyectos de obras públicas, afirmó el ministro. “Ya no hay dinero”, repitió.
Caputo también anunció un aumento temporal de los impuestos a las importaciones, pero prometió eliminar el sistema existente de permisos gubernamentales para las importaciones. Los impuestos a las exportaciones, que son odiados por el poderoso lobby agrícola argentino, se eliminarán una vez que termine la emergencia económica.
Para compensar el impacto de los recortes en más del 40 por ciento de los argentinos que viven en la pobreza, Caputo dijo que el valor de la tarjeta alimentaria proporcionada por el gobierno aumentaría en un 50 por ciento y las prestaciones por hijos se duplicarían. El presupuesto de uno de los programas de bienestar más grandes de Argentina, Potenciar Trabajo, se congelaría en los niveles de 2023.
El FMI, al que Argentina le debe 43.000 millones de dólares, rápidamente acogió con agrado el paquete. «Estas audaces acciones iniciales tienen como objetivo mejorar significativamente las finanzas públicas de una manera que proteja a los más vulnerables de la sociedad y fortalezca el régimen cambiario», dijo el prestamista con sede en Washington.
Nicolás Dujovne, quien se desempeñó como ministro de Economía de 2017 a 2019 durante el gobierno de centroderecha de Mauricio Macri, señaló la falta de plazos en el anuncio de Caputo y dijo que aún faltaban muchos detalles. «Todavía no hay elementos que nos permitan saber a qué ritmo estamos avanzando hacia un presupuesto equilibrado y si de hecho estamos avanzando hacia un presupuesto equilibrado», afirmó.
Fernando Marull, fundador de la consultora económica FMyA, con sede en Buenos Aires, dijo que el paquete era «agresivo en materia de política fiscal y cambiaria». Los recortes apuntan a áreas de gasto que representan 4,2 puntos porcentuales del producto interno bruto, aunque advirtió que a falta de más detalles el impacto final no estaba claro.
Aunque Milei cultivó una imagen excéntrica y extravagante durante la campaña electoral, prometiendo cerrar el banco central y eliminar el peso por dólar estadounidense, ha moderado su postura dramáticamente desde que ganó las elecciones el mes pasado.
Los inversores y diplomáticos que inicialmente estaban alarmados por las posiciones radicales de Milei se han entusiasmado con su nueva imagen, con la esperanza de que pueda construir una alianza política amplia para lograr que sus medidas de reforma económica sean aprobadas en el Congreso, donde su partido tiene sólo una pequeña minoría de escaños.