El nueve por ciento de los recién llegados de segunda generación de fuera de la UE ponen la fe por encima de la ley

Llama la atención que el grupo de la segunda generación es incluso un poco más grande que el de la primera generación (8,5 por ciento). Y esa distinción es aún mayor en Bruselas. Allí, el 13,2 por ciento de la segunda generación piensa que se puede infringir la ley en tal caso, frente al 7,6 por ciento de la primera generación.

Por cierto, también hay residentes flamencos y bruselenses de origen belga que creen que la ley belga debería dar paso a las reglas de la fe. En Flandes, el 1,2 por ciento de las personas de origen belga tienen esta opinión, en Bruselas, incluso el 5,4 por ciento.



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