El no a la UE a la reforma del Registro de la Propiedad aglutina al centroderecha

Enrico Letta lo dice «muy claro». Matteo Salvini «ha sobrepasado el límite», se comporta como «un exponente de la oposición» poniendo en riesgo «los recursos del PNRR». Y de hecho, la reacción del líder de la Liga a las recomendaciones de la Comisión Europea es perfectamente comparable a la de Giorgia Meloni: ambos acusan a Bruselas de querer aumentar los impuestos en la «casa de los italianos».

“En sus recomendaciones se confirma que la reforma del Registro de la Propiedad en la delegación fiscal sirve para aumentar la carga fiscal sobre los inmuebles”, ataca el presidente de la Fdi. Salvini no es una excepción: «Si nos preguntan – responde el secretario del Carroccio ante el Consejo Federal – respondemos en milanés: “taches al tram”, quédate con el tranvía, ni lo pensamos». Poco importa que, mientras tanto, el comisario Paolo Gentiloni haya dejado claro que no tiene intención de solicitar la introducción de nuevos impuestos sobre la vivienda. El clima se está calentando, las elecciones administrativas de junio están en juego.

Salvini desde Génova vuelve a relanzar la «paz fiscal» anticipando que quiere hablar de ello con el primer ministro y Letta responde que el Gobierno está en peligro por «los caprichos del Partido Demócrata sobre el ius soli y el proyecto de ley Zan y M5S que no quiere plantas de conversión de residuos en energía». Meloni, por su parte, se centra en la reforma del concurso, y en particular en el asunto de los balnearios, sobre el que parece estar llegando a un acuerdo entre el Gobierno y la mayoría (lo confirma el propio Salvini). Desde Palazzo Chigi la indicación sigue siendo la misma: a finales de mes -de hecho dentro de una semana- el Concurso debe ir a la Cámara, con o sin acuerdo, y en este último caso Draghi ya ha adelantado que el Gobierno pedirá por confianza

Gobierno optimista al margen del acuerdo

El 24 de mayo, se convoca a la Comisión de Industria de Palazzo Madama para las 12.30 Se trasluce optimismo del gobierno, basado en dos puntos centrales: posibles excepciones a las licitaciones, a pedido de los Municipios por impedimentos objetivos, hasta finales de 2024 y reconocimiento de el valor de la empresa para el reconocimiento de indemnizaciones, con base en libros de contabilidad o tasación jurada. Este es el punto de caída.

“Estamos trabajando en las palabras”, confirman los del Senado que están archivando el texto. También porque existe la conciencia de que si se vota con confianza caerá automáticamente la enmienda gubernamental que aún no se ha votado, que contiene un escudo para los actuales traficantes, protegiéndolos hasta finales de 2023 de cualquier disposición judicial que reconozca su abusividad. en base a la sentencia del Consejo de Estado. Y caerían también todas las demás reformulaciones, desde los servicios locales hasta la hidroeléctrica, en la que la mayoría ya tiene acuerdo.



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