Alexander Lukashenko desapareció de la vista del público después de luchar durante una visita a Moscú la semana pasada en la que se saltó un almuerzo organizado por el presidente ruso Vladimir Putin, lo que provocó informes no confirmados de que el líder de Bielorrusia está en el hospital.
Las ausencias inexplicables y el silencio público están muy fuera de lugar para un presidente que ha gobernado Bielorrusia con puño de hierro durante casi tres décadas y rara vez pierde la oportunidad de hablar en público.
Lukashenko, de 68 años, se perdió una ceremonia anual en Minsk el domingo donde se celebra la lealtad a la bandera del ex estado soviético. El primer ministro Roman Golovchenko leyó un mensaje en nombre del presidente.
Lukashenko interrumpió la semana pasada su participación en los eventos del Día de la Victoria en Moscú que marcaron la victoria de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial, durante los cuales Putin prometió continuar el conflicto en Ucrania. Más tarde ese día, Lukashenko colocó una ofrenda floral, pero permaneció en silencio en el fondo durante las festividades del Día de la Victoria en Minsk.
Konstantin Zatulin, un importante legislador ruso y vicepresidente del antiguo comité de la URSS de la cámara baja, dijo el domingo a los medios rusos que Lukashenko no se encontraba bien.
“No hay nada sobrenatural ahí, no es Covid. El hombre simplemente se enfermó”, dijo Zatulin, según Podyom, un canal en la aplicación de redes sociales Telegram. “Pero a pesar de que el hombre se enfermó, pensó que era una cuestión de deber venir a Moscú y luego realizar eventos en Minsk más tarde ese mismo día. Probablemente solo necesite un poco de descanso, eso es todo”.
Lukashenko fue llevado a un hospital cerca de la capital de Bielorrusia el sábado por la noche, según Euroradio y otros medios de comunicación independientes de Bielorrusia que no citaron sus fuentes. La noticia no ha sido confirmada por los medios estatales del país.
Dmitry Peskov, el portavoz de Putin, dijo a los periodistas que “siguieran el ejemplo de la información oficial” y no comentó directamente sobre la salud de Lukashenko. “No ha habido tales declaraciones oficiales de Minsk”.
Lukashenko dirige Bielorrusia desde 1994, cuando ganó las primeras elecciones presidenciales de su país tras la disolución de la Unión Soviética. Ha mantenido su control sobre el país a pesar de las protestas masivas contra el gobierno que siguieron a las elecciones presidenciales disputadas en 2020.
Las autoridades respondieron con una represión durante la cual varios líderes de la oposición que habían denunciado que el resultado de la encuesta era una farsa escaparon de Bielorrusia para evitar ser arrestados, incluida Sviatlana Tsikhanouskaya, que había reemplazado a su esposo detenido Sergei Tikhanovsky como candidato electoral. Tikhanovsky fue condenado a 18 años de prisión en 2021 por incitar a “disturbios masivos”.
Aunque han tenido una relación larga y, a veces, volátil, Lukashenko ha sido un aliado incondicional de Putin desde que el presidente ruso respaldó sus esfuerzos para aplastar las protestas. Desde entonces, ha ofrecido a Bielorrusia como base para que el ejército ruso prosiga sus ataques contra Ucrania y permitió que Rusia desplegara armas nucleares tácticas allí a finales de este año.