El gobierno y la oposición de Venezuela llegaron a un acuerdo sobre un fondo de mil millones de dólares para ayudar a combatir la crisis humanitaria en el país sudamericano durante las conversaciones que se reanudaron el sábado. Las agencias de noticias internacionales informan que las partes han pedido a las Naciones Unidas que administre el fondo. En respuesta a la reanudación de las negociaciones entre el gobierno venezolano y la oposición parcialmente respaldada por Estados Unidos, que habían estado estancadas durante más de un año, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció el alivio de las sanciones para Venezuela.
El dinero para el fondo de emergencia se encuentra actualmente en cuentas venezolanas en bancos estadounidenses y europeos, que congelaron los miles de millones debido a las sanciones anunciadas por el antecesor de Biden, Donald Trump, destinadas a obligar al presidente Nicolás Maduro a elecciones libres. Los activos ahora deben liberarse poco a poco, para que se pueda enfrentar la crisis venezolana. Todavía no está claro si las autoridades estadounidenses y europeas ya han dado permiso explícito para esto.
El dinero está destinado, entre otras cosas, a estabilizar la red eléctrica venezolana, mejorar la infraestructura educativa y hacer frente a las consecuencias de las lluvias e inundaciones de este año. El fondo también debe financiar programas de salud y nutrición para los venezolanos más pobres. Según fuentes de la agencia de noticias Reuters, el total ronda los 3.000 millones de euros.
‘Un modelo para el progreso’
La Unión Europea ha respondido positivamente al acuerdo, diciendo en un comunicado que “proporciona un modelo para un mayor progreso”. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, calificó la reanudación de las negociaciones, en las que Noruega está mediando, como “un paso importante hacia la restauración de la democracia para los venezolanos”. Biden anunció que permitiría a la petrolera estadounidense Chevron reanudar la importación de petróleo de Venezuela a Estados Unidos.
Según estimaciones de la ONU, más de 7,1 millones de venezolanos han abandonado su país desde 2015 como consecuencia del malestar económico y político. El país sudamericano está luchando contra la alta inflación y la escasez de alimentos y medicamentos, entre otras cosas.