El llamado derecho a un retraso menor ya existía durante la crisis del coronavirus. Ahora que se ha lanzado otra campaña de refuerzo contra una nueva ola de infección, el gobierno reintroducirá la licencia de vacunación a partir del 1 de octubre. La licencia normalmente dura hasta el 31 de diciembre, pero puede extenderse si es necesario.
En esencia, todo empleado con un contrato de trabajo con un empleador vuelve a tener derecho a ausentarse del trabajo, con goce de sueldo, para vacunarse. La misma regla se aplica si esa persona tiene que acompañar a un hijo menor de edad -o un adulto con discapacidad o bajo tutela- que conviva con él o ella durante la vacunación. El empleado debe notificar al empleador con anticipación.