En principio, los comercios ya están obligados a aceptar efectivo, aunque hay excepciones y los comercios pueden, por ejemplo, rechazar billetes de gran denominación de 500 euros.
Sin embargo, muchos comerciantes anuncian que solo aceptan pagos electrónicos. Según la organización de autónomos Unizo, del 6 al 10 por ciento de las empresas ya trabajan completamente sin efectivo.
Eso se tolera, pero el Ministro de Trabajo y Economía, Pierre-Yves Dermagne (PS), estaba trabajando en un proyecto de ley por el cual los comerciantes que rechacen los pagos en efectivo se arriesgarían a una multa y, por lo tanto, se aplicaría la prohibición. Unizo, entre otros, se opuso a esto.
El gobierno ahora ha decidido no continuar con los planes, dijo Dermagne el viernes por la tarde después de la reunión del gabinete. Según el viceprimer ministro del PS, la situación actual provoca “menos problemas sobre el terreno” de lo esperado. Además, hay una recomendación de la Comisión Europea para aceptar pagos en efectivo, a lo que se refiere el gobierno, dijo.
Unizo ya está satisfecho. “Estamos felices de que prevalezca el sentido común. Exigir dinero en efectivo en el zeitgeist actual nos catapultaría unas décadas atrás en el tiempo”, dice el director gerente Danny Van Assche.