Una nueva fase eruptiva está en marcha en el Etna, por lo que el aeropuerto de Catania ha sido cerrado debido a la ceniza volcánica que cayó al suelo. La actividad solo puede ser seguida por los instrumentos del Ingv de Catania porque el mal tiempo oculta el volcán con nubes de lluvia, impidiendo la visión directa.
La presencia de una actividad se confirma por los fuertes estruendos que se escuchan en Adrano y Biancavilla y por la caída de ceniza de lava en la misma zona y también en Catania. Los expertos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, observatorio Etna, de Catania comunican que “la nubosidad persiste en la zona de cumbre del volcán, por lo que no es posible realizar observaciones vulcanológicas a través de la red de videovigilancia”, pero que «a partir de las 7:20 el temblor volcánico, ya en el nivel alto, registra un aumento repentino de valores».
A principios de 2021, una erupción del Etna duró varias semanas.