Jensen Huang, cofundador y director ejecutivo de Nvidia, realizó su primera visita a China en cuatro años. Una señal fuerte del empresario, mientras que el campeón de fichas se ve atrapado en la guerra comercial entre las dos principales potencias mundiales. Primera visita a…
Jensen Huang, cofundador y director ejecutivo de Nvidia, realizó su primera visita a China en cuatro años. Una señal fuerte del empresario, mientras que el campeón de fichas se ve atrapado en la guerra comercial entre las dos principales potencias mundiales.
Primera visita en cuatro años del jefe de Nvidia
Con una valoración que ha alcanzado los 1.000 millones de dólares, Nvidia es uno de los grandes ganadores del auge de la inteligencia artificial generativa (IA). Sus aceleradores de IA mantienen casi un monopolio en el sector, lo que permite que funcionen modelos como el GPT-4 de OpenAI. Este éxito sitúa a la empresa en el centro de los problemas geopolíticos actuales, ya que Washington quiere impedir a toda costa que China acceda a chips de IA avanzados.
En octubre pasado, el gobierno de EE. UU. endureció aún más sus restricciones a la exportación, bloqueando el acceso del Reino Medio a las GPU restringidas que Nvidia había diseñado específicamente para sus clientes chinos. La empresa respondió ofreciendo un nuevo procesador, incluso más limitado que los anteriores. El problema es que su rendimiento se acerca al de la competencia china de Nvidia; Es probable que los actores involucrados favorezcan una alternativa local dada la tensa situación actual entre Estados Unidos y China.
En este contexto, Jensen Huang visitó las oficinas de Nvidia en Shenzhen, Shanghai y Beijing. Su última visita al país fue en 2019. Un portavoz de la empresa confirmó a Poste matutino del sur de China que el director general había celebrado el Año Nuevo Lunar con sus empleados chinos. En particular, apareció en el escenario, participando en un baile tradicional.
Se cuestiona la eficacia de las sanciones estadounidenses
Huang nunca lo ha ocultado: no quiere perder el mercado chino, que representa el 20% de su facturación. En agosto de 2023, advirtió sobre una posible escalada de las sanciones estadounidenses, lo que alentaría a las empresas chinas a desarrollar sus propias soluciones. Una situación que podría perjudicar a los líderes tecnológicos estadounidenses a largo plazo, advirtió.
En particular, puso como ejemplo a Huawei, que ha podido equipar su nuevo smartphone con un procesador avanzado fabricado en China. Además, las sanciones estadounidenses no son 100% efectivas. Durante 2023, varias organizaciones chinas de investigación y defensa lograron hacerse con chips de Nvidia a pesar de su entrada en vigor.