Mientras el gabinete saliente trabaja en un plan para retener a ASML para los Países Bajos, el director general de esa empresa denuncia el desinterés de los políticos. A Peter Wennink le irrita que los políticos hayan cancelado la conferencia sobre el estado de la tecnología holandesa.
El evento se centra en el atractivo de los Países Bajos para las empresas emergentes tecnológicas. También estuvo presente el ministro saliente de Economía, Micky Adriaansens. Pero algunos otros políticos que debían venir cancelaron su visita. Según Wennink, esta actitud desinteresada es peligrosa.
«Se suponía que iban a venir seis políticos, pero cinco de ellos cancelaron esta mañana», dice Wennink. «Se trata de la capacidad de generación de ingresos de los Países Bajos. Me irrita por la sencilla razón de que los políticos también deben participar en esta reunión».
Según Wennink, este desinterés es peligroso porque sin innovación, los Países Bajos se convertirán en un país en el que consumiremos tecnología en lugar de fabricarla.
Plan para mantener ASML
Esta mañana se anunció que el gobierno está trabajando entre bastidores en planes para conservar la empresa más valiosa del país para los Países Bajos. Wennink ya había advertido a finales de enero que ASML podría querer seguir creciendo en el extranjero si eso no fuera posible en los Países Bajos.
Se dice que ASML se ve afectada por nuevas propuestas políticas para reducir los beneficios fiscales para los expatriados y planes para hacer menos atractivo para las empresas la recompra de sus propias acciones.
El miércoles, Wennink hablará con el primer ministro saliente, Mark Rutte, sobre el clima empresarial. «No se trata sólo de los problemas de ASML, sino de los problemas de los Países Bajos. Y se trata de la capacidad de generar ingresos».
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